ESTADO Y DERECHO
Enviado por jiwicito • 18 de Julio de 2013 • 4.646 Palabras (19 Páginas) • 206 Visitas
ESTADO Y DERECHO
1.ORIGEN
Cuando la sociedad alcanzó los órganos de ejecución que hemos señalado, se llamó sociedad civil y corresponde a lo que hoy llamamos Estado.
Para los supuestos de una filosofía del derecho conviene repasar algunos de sus aspectos históricos, más que todo para concluir en los temas de su justificación, legitimación y fines.
Como el problema es bastante complejo, hay que evadir la solución más sencilla como sería la de señalar su aparición (la del Estado) allí donde una clase o un grupo secuestraron contra las otras clases el poder decisorio. Este hecho ha ocurrido, efectivamente, pero no consideramos que haya sido la única causa del nacimiento del Estado. Este es un fenómeno sociológico por antonomasia que obedece a una dialéctica, es decir, multicausal y no unicausal.
Del orden consuetudinario que, según vimos atrás, se movía en el nivel de actos espirituales de coordinación, se pasa a un orden jurídico en el nivel de actos espirituales de subordinación, que es lo que constituye el Estado. La necesidad de ese orden puede exigirlo por cualquiera de los factores que vimos también, de los ejércitos intermitentes y particulares, a los ejércitos permanentes y comunitarios. La necesidad se suprimir los gravámenes de unos particulares sobre otros y trasladar la función impositiva a un poder superior y finalmente, la necedad de que las cuestiones decisorias de los particulares y de las cosas tuvieran un vigilancia universal y no singular .
Se constituyeron así paulatinamente unidades sociales que, como dice Kelsen, formaron “un orden jurídico parcial inmediato, relativamente centralizado, con ámbito territorial y temporal de validez jurídica internacionalmente delimitada, y con una pretensión de totalidad, respecto al ámbito de validez, solo restringido por la reserva del derecho internacional ”
Es, pues , muy borroso y susceptible de toda clase de hipótesis con validez, el origen de esa entidad que llamamos hoy Estado. Solo que no pueden ser las mismas categorías mentales que hoy lo pensamos, las que sirven para pensarlo en otros estadios de la evolución humana. En principios se acoge como figura del Estado la sociedad asentada ya en el espacio, regida por unas reglas de coexistencia exigibles coercitivamente. Por exclusión se rechaza, pues, el grupo nómada que todavía nos se ha sentado en el espacio y la variedad de formas dependen también de las hipótesis que se aceptan relativamente a ese asentamiento. El matriarcado v. gr., que muchos antropólogos aceptan como origen inicial del asentamiento, daría base para unas formas que afectan lo mismo la institución familiar que el funcionamiento del aparato estatal.
El elemento de coacción aparece vinculado directamente a la noción del Estado pero no así la del derecho, como veremos adelante.
El hecho es que la misma palabra “Estado”, ha sufrido una evolución semántica muy considerable. Aparece primero con un sentido urbano, como polis o ciudad, tal como lo practicaron los griegos y trasladan después a Italia con el nombre de stato para designar sus ciudades. Después del Edicto de Caracalla, por medio del cual hizo ciudadanos a los habitantes de la campiña, desplazando hacia todo el territorio adyacente a las ciudades ese concepto, afín de tener soldados para las conquistas, vino a transformarse en otro sentido. Consolidando el feudalismo la Edad Media le da al “estado” un sentido social de posición en la sociedad. Así se hablo de “estado sacerdotal”, “estado militar”, cuando se llegó a la necesidad de un orden representativo que emana directamente desde la base de la población.
En un sucesivo proceso de integración de conceptos llega hasta hoy incorporándose los conceptos de territorio, pueblo o nación y un orden jurídico determinando, con sus respectivos ejecutores.
No corresponden a nuestro estudios jusfilosóficos el tema, que se supone conocido por anteriores estudios históricos, relativos a las relaciones que guarden entre sí las nociones de pueblos y Estados, ni tampoco las incidencias que han tenido los territorios como vinculados a determinados pueblos. La accidentada crónicas de razas, territorios ocupados y usurpados sucesivamente en conflictos insuperados aun, constituyen la penosa odisea de la humanidad. Tampoco nos corresponde aquí estudiar las diversas formas de dominación de unos individuos sobre otros, sino en tanto nos sirvan para precisar los conceptos que integran hoy esa realidad del Estado. Los elementos que necesitamos hoy en esa conflictiva los apartaremos al tratar cada uno de los siguientes aspectos fundamentales que requieren en una filosofía del derecho y son :
a) Justificación del Estado
b) Legitimación, y
c) Fines del Estado.
2. JUSTIFICACIÓN DEL ESTADO
El hablar de la justificación del estado no significa otra cosa que explicarlo desde los principales supuestos filosóficos con que se le han encarado. Pueden reducirse a cinco las posiciones fundamentales y coinciden ellas exactamente con el proceso histórico en que se le ha pensado. Es decir, que la conciencia social de cada época, reflejada en sus pensamientos filosóficos, con variantes sustanciales a veces, es que ha explicado esa realidad del Estado y la sociedad de acuerdo con los presupuestos ideológicos que tiene esa conciencia.
Estas cinco posiciones fundamentales han sido:
a) la teológico-religiosa;
b) la de la fuerza;
c) la jurídica
d) la ética, y
e) la psicología.
a) Justificación teológico-religiosa. En el orden cronológico y de conciencia esta es la primera justificación que aparece porque, como habíamos visto anteriormente, la actitud religiosa o mágica como se suele llamar contemporáneamente, es la primera que ha aparecido en todos los pueblos. Así todos los libros sagrados, la Biblia, las Vedas, el Corán, han partido de la base que la sociedad y el Estado han aparecido por la voluntad divina.
En la Biblia aparece justificada la organización social y, por consiguiente, el Estado, por una especie de maldición de Noé sobre su hijo Cam. El pecado de Cam contra su padre ebrio fue, pues, según la Biblia, el origen de esa concepción dicotómica del Estado, con clases subordinadas y clases dominantes, ya que los descendientes de Cam fueron condenados al servicio de los de su hermanos, Sem y Jafet. No es extraño, en consecuencia, que en las religiones de origen hebreo se mantenga esa tradición y que, una vez victorioso después del siglo V, la hubiera compartido a través de los teólogos de la Edad Media. A tal extremo ha influido ese punto de vista bíblicoque todavía en el siglo XX se apoyaban en sus textos los ministros religiosos norteamericanos
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