El Amor Desde El Punto De Vista Filosófico
Enviado por omar224 • 29 de Agosto de 2013 • 1.331 Palabras (6 Páginas) • 3.583 Visitas
INTRODUCCIÓN
A lo largo de este texto hablaremos de un concepto que a lo largo de la historia de la humanidad ha interesado al hombre en muchos diversos sentidos pero sobre todo desde el punto de vista filosófico; nos referimos al concepto del “amor”. Es difícil llegar a una definición única o precisa de la palabra “amor” y más aún si hablamos de él como una idea o un sentimiento, ya que la cultura, las costumbres, la historia se han encargado de que nuestra idea del amor vaya cambiando y es la filosofía una disciplina que se ha encargado de analizar el tema desde distintos ángulos.
La pregunta inicial es una, ¿existe en la filosofía una definición de la palabra amor? Pero el problema de las definiciones en filosofía no es que se carezca de ellas, es que nos enfrentamos a la abundancia de las mismas; esto mismo se aplica al concepto de ‘amor’, hay casi tantas definiciones del mismo como filósofos han existido, pero hablaremos de algunas de ellas y de cómo han influido sobre todo en nuestra cultura occidental.
DESARROLLO
Edgar Morales Flores, Licenciado en Filosofía por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, nos dice que la definición del concepto amor se pueden reducir a dos principales núcleos semánticos: Eros y Ágape. Esto es válido para la filosofía occidental, que se ha nutrido históricamente de dos fuentes culturales básicas, nos referimos al pensamiento clásico grecolatino y a la matriz judeocristiana. Los griegos nos hablan de un amor regido por “eros” donde toca las tres dimensiones del ser humano: la dimensión corpórea del hombre es la que inicia el proceso llevándonos a nuestra dimensión psicológica, el amor nace de atracción física hacia los cuerpos bellos para llevarnos al afecto sentimental y trascendiendo a lo espiritual. Por otro lado, la noción cristiana de ágape refiere más bien al ámbito de la gracia divina, su modelo es la plenitud y perfección del amor de Dios hacia los hombres, amor inmerecido que se otorga sin condiciones a quien incluso lo desprecia. Estas son las dos acepciones occidentales del amor, una noción de Eros, demasiado humana, estética, y la noción de Ágape, divina, perfecta, compasiva y ética. Y aunque diferentes, llegamos a la conclusión de que ambas convergen en un punto, el amor representa para el hombre desasosiego, infortunio, dolor, sufrimiento pero también está impregnado de alegría, recompensa, autorrealización y coincidimos con esto, es para nosotros lo que precisamente hace a esta idea y sentimiento un motor universal, porque para el ser humano el tenerlo representa más felicidad, satisfacción, es porque el no tenerlo le ha generado desesperación, tristeza, frustración, es el punto de la comparación lo que para el hombre hace más valiosos sus logros. Así que lo que hace que para el ser humano el amor tenga tanta plusvalía es toda la travesía que tiene que lograr para llegar al él y en mi creencia y firme convicción cuando descubres el amor de la fuerza creadora es cuando recobra aún más sentido esta acepción, el dolor es camino que conduce y nos ayuda a entender más el amor.
Eros
Todo lo anterior que hemos dicho nos lleva a reflexionar en la postura de San Agustín ante el concepto del amor, ciertamente, amor y caridad son equivalentes en varios textos de san Agustín; sin embargo, también en ocasiones las ha distinguido para plantear cierto itinerario que va de lo humano a lo divino, de lo terreno a lo celestial, caritas y cupiditas expresan la vida afectiva de los hombres.
Existe en el hombre un punto que lo mueve de una manera elemental, que es el amor a la felicidad… de la que es inseparable el deleite. El amor, pues, de todos los bienes creados exige una referencia a Dios como condición del buen uso de ellos, de los que puede gozarse o usar con deleite, mas sin poner en ellos el último fin. Para Agustín es lícito disfrutar de los bienes creados siempre y cuando esto nos acerque a Dios. La felicidad se
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