El Amor Incontrolable
Enviado por EsthelaPG • 20 de Noviembre de 2012 • 477 Palabras (2 Páginas) • 379 Visitas
En este momento no tenia conocimiento de nada, me sentía como Alicia cuando cae en el hoyo y no tiene idea de nada, quiero pensar que todos en algún momento nos hemos sentido asi.
Ahora lo mejor que me podría pasar es estar en El país de las maravillas buscando un conejo que se vuelve loco por la puntualidad. Pero la realidad era otra, bueno al menos mi realidad era otra.
Era una estudiante de bachillerato de solo 16 años preguntándose si alguna vez su sueños se podrían hacer realidad. Rayos, el tiempo se me había pasado volando, parece que apenas solo un segundo el me hablo diciéndome que se iria a una fiesta, claro que eso fue como a las 9 pm y ahora ya era la 1 am, y eso alimentaba mi preocupación, ¿Por qué no me había llamado?¿Le había pasado algo?¿Aun no llegaba a su casa?, demasiadas preguntas que salían de mi cabeza para atormentar una mas de mis noches. Asi que solo decidi ponerme a escribir esa carta para poder expresarle todos mis sentimientos, mi culpa, mi afecto, todo lo relacionado con el, por supuesto que no estaba hablando de Diego; hablaba de Roberto. Tenic que disculparme con el, hace una noche me lo había topado junto con Diego, se imaginaran el lio que se armo, pues la verdad no se lo imaginen porque asi no sucedió, yo solo me permiti decirle a Diego que tenia que hablar con Roberto y el queriendo cumplir su promesa lo hizo.
El verlo me alegro, pero creo que lo alegro mas a el o eso parecio, pero ahora estaba aquí sentada en el piso de mi baño escribiendo una carta en la que no podía expresar mas de una palabra que no sonara lo demasiado cursi o presuntuosa.
Deje de preocuparme por la carta y empeze a pensar en esos casos que me había pasado toda la tarde viendo, por si no lo sabían yo era fanatica de “Criminal Mints.” Seguia pensando en las multiples maneras de solucionar uno en especial que quedo sin resolver, por esto tal vez decidiría estudiar criminología, pero como ya lo saben soy demasiado sentimental como para trabajar en una departamento llegándome variedades de fotografías con formas crueles de morir.
Casi como arte de magia rodo sobre mi pecho directo a mis manos el collar que ayer me había regalado Diego, un corazon azul hecho de piedra que el me había dado libertad de elegir, era hermoso. Lo amaba, me encantaba tanto que lo había colocado la noche anterior debajo de mi almohada para asegurar mas el dormirme pensando en el y asi fue, como todas las noches, me dormi pensando únicamente en el.
Pensando en querer robarle un beso, porque encerio lo amaba, lo amaba tanto que no había momento que no me recordara a el. Definitivamente no lo cambiaba por nada.
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