El Caballero De La Armadura Oxidada

Esta es la historia de un caballero al que le gustaba rescatar doncellas, matar dragones e ir a luchar en las cruzadas junto a su rey, con el fin de demostrar que era bueno, valiente y generoso. Vivía en un elegante castillo junto a su hijo y su esposa, con los cuales, a penas pasaban tiempo, pues él solía ir a la batalla montado en su caballo innumerables veces, preocupándose muy poco por escuchar y permanecer con su familia.

El caballero estaba tan maravillado con la armadura que siempre llevaba a las batallas, que, incluso, no se la quitaba ni para ir a dormir. Su hijo, debido a esto, desconocía la apariencia de su padre, lo único que poseía era un retrato de él, en el que podía verlo tal y como era. Su esposa, ya estaba harta de la conducta de su esposo, que le advirtió que si no se quitaba aquella armadura, se marcharía del castillo, llevándose a su hijo y dejándolo a él ahí solo. El caballero al escuchar eso intento quitarse la armadura en ese mismo instante, pero no pudo, por alguna extraña razón la armadura no se movía de su lugar, dejándolo atrapado dentro de ella, imposibilitándolo incluso para comer, ya que su pobre esposa, tenía que triturar la comida para que pasara por las ranuras de la armadura.

El caballero, desesperado, fue a buscar al hombre más fuerte del reino, el herrero, quien no pudo liberarlo de su armadura, después se encontró con un bufón que le dijo que la única persona que podía ayudarlo a desprenderse de aquella armadura se llamaba Merlín y vivía en los bosques. El caballero sabía que la búsqueda sería difícil, pues el bosque era demasiado grande; pero él quería salir de aquella armadura, así que fue en busca del mago.

Durante varios días el mago le explico la manera en la que podría desprenderse de aquella armadura dándole la misión de que recorriera el sendero de la verdad y que dejara el de la mentira, que es el que había recorrido hasta ahora. Le dijo que cuando llegará a la cima de la montaña que estaba tras ese camino se liberaría de su armadura. En ese camino se encontraría con tres castillos: El del Silencio, el Conocimiento y el de la Voluntad y la Osadía. Durante su camino le acompaño una ardilla y Rebeca, una paloma mensajera.

En el primer castillo que fue el del silencio, se encontró consigo mismo, su yo verdadero, al que llama Sam.

En el segundo castillo el del conocimiento, descubre que sólo si te amas a ti mismo podrás amar a los demás.

En el tercer castillo el de la voluntad y la osadía descubre que en el otro lado del puente hay un dragón, que es el Miedo y la Duda. El caballero sabe gracias a la ardilla y Rebeca la paloma que el dragón solo es producto de su mente y que si se enfrenta a él dejará de existir.

La última parte del libro se desarrolla en la cima de la verdad. Ahí tras escalar un rato se encuentra con una inscripción que

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