El Camino A Las Lagrimas

*EL CAMINO DE LAS LÁGRIMAS*

1. RESUMEN

Capitulo 1 – Empezando del camino

Cuando creemos y confiamos en que se puede seguir adelante, nuestras posibilidades de avanzar se multiplican; por supuesto, en el instante en que estamos pasando por algo crítico, pero difícil, pensamos en lo que realmente somos, inmortales, pero lo malo es que creemos que somos, en que no estamos seguros de serlo; por tanto, si le sumamos la fe, la confianza, la fortaleza y las ganas, obtendremos como resultado un gran avance hacia la satisfacción… pero debemos de estar conscientes que para poder emprender este camino y poder entrar en este sendero, vamos a ir conectándonos con lo doloroso, con pérdidas, etc. Tenemos que llevar a cabo una actitud positiva ante todo y todos, y más que nada saber que esta actitud positiva no nos hará inmunes a cualquier cosa, y mucho menos que no ayudara a evitar tragedias, es decir, no estamos preparados para el dolor, ni para la pérdida; antes estas circunstancias no somos iguales y cada persona enfrenta el dolor y la pérdida de manera única e irrepetible.

Para empezar por algún lado, el tema de las pérdidas es el de la elaboración del duelo y esto nos abre a 2 conceptos: elaboración y duelo elaboración que deriva duelo que deriva de labor, de tarea, dolor. La experiencia de lo vivido y padecido de verdad que enseña muchísimo más que todo lo que podamos leer. Nuestras pérdidas incluyen también las renuncias conscientes e inconscientes de nuestros sueños románticos, la cancelación de nuestras esperanzas irrealizables, nuestras ilusiones de libertad, de poder y de seguridad, así como la pérdida de nuestra juventud, aquella irreverente individualidad que se creía para siempre ajena a las arrugas, invulnerable e inmortal. Estas pérdidas forman parte de nuestra vida, son constantes universales e insoslayables. Y son pérdidas necesarias porque crecemos a través de ellas. De hecho, somos quienes somos gracias a todo lo perdido ya como nos hemos conducido frente a estas pérdidas.

Capítulo 2 – Un camino necesario

Pérdida.- no importa desacordad en la pertinencia de cada término de la lista de asociaciones que sigue, porque algunas cosas son pertinentes sólo para quien las dice, pero lo cierto es que las palabras que se relacionan con pérdida son casi siempre las mismas: muerte, desolación, vacío, ausencia, dolor, bronca, impotencia, angustia, eternidad, soledad, miedo, tristeza, irreversibilidad, desconcierto, nostalgia, desesperación, autorreproche, llanto, sufrimiento, etc. dando nada más que un vistazo podríamos entender todo lo odioso que resulta cada pérdida a nuestro corazón. Sólo con estas palabras cada uno puede conectarse internamente con toda la presencia de las cosas que quisiéramos no encontrar jamás en nuestro camino y hasta intentaríamos evitar permanentemente del camino de los que amamos.

Pérdidas grandes y pérdidas pequeñas.- cada pérdida que sea, implica la necesidad de hacer una elaboración; no sólo las grandes pérdidas generan comúnmente duelos más difíciles, pero las pequeñas también implican dolor y trabajo, un trabajo que hay que hacer y que no sucede solo, es decir, es una tarea que casi nunca transcurre me manera espontánea.

¿Cuánto puedo yo disfrutar de algo si estoy cuidando que nada ni nadie me lo arrebate? Lo aprieto muy fuerte para evitar que me la quiten. Es una posibilidad. Una manera de vivir en el mundo, una pauta cultural, enseñada, aprendida y muchas veces ensayada, pero de ninguna manera una posibilidad elegible. Si uno quiere un seguro contra el sufrimiento, no amar podría ser la prima a pagar. No enredarse afectivamente con nada ni con nadie. Posiblemente no se consiga no sufrir pero se sufrirá mucho menos; lo que seguramente se perderá en el trato es la posibilidad de disfrutar. Porque no hay forma de disfrutar si se está escapando obsesivamente del sufrimiento. Y la manera de no padecer "de más" no es no amar sino que es no quedarse pegado a lo que no está. La manera es disfrutar de esto y hacer lo posible para que sea maravilloso, mientras dure.

Capítulo 3 – El camino de las lágrimas

Tristeza y dolor, dos compañeros saludables.

Dolor = pena.

Duelo = guerra como enfrentamiento entre dos partes.

Dolor = engaño de la eternidad.

Vamos a recorrer este camino poniendo el acento en la vinculación del duelo con el dolor por lo perdido, pero no olvidemos que una guerra sucede en nuestro interior y que el bando de "los buenos" es el que quiere aceptar que lo ausente ya no está.

Negación, superación y sufrimiento, 3 maneras de recorrer el camino frente a la pérdida. La negación de la pérdida es un intento de autoprotección contra el dolor y contra la fantasía de sufrir, es una forma de fuga, un vano intento de huida de lo doloroso. El desvío hacia el sufrimiento en cambio, es la decisión de no seguir avanzando. Es una especie de pacto con la realidad que conjuga un mayor dolor ante la posibilidad de tener que soltar lo perdido y mi deseo de no soltarlo nunca.

El proceso de duelo siempre nos deja solos, impotentes, descentrados y responsables, pero sobre todo tristes. El dolor conecta con un sentimiento: la tristeza. Una emoción normal y saludable, aunque displacentera, porque significa extrañar lo perdido. Cada tipo de pérdida implica experimentar algún tipo de privación y las reacciones suelen ser en varias áreas: psicológicas, físicas, sociales, emocionales, espirituales.

Capítulo 4 – Qué es el duelo

Es el doloroso proceso normal de elaboración de una pérdida, tendiente a la adaptación y armonización de nuestra situación interna y externa frente a una nueva realidad. Elaborar el duelo significa ponerse en contacto con el vacío que ha dejado la pérdida de lo que no está, valorar su importancia y soportar el sufrimiento y la frustración que comporta su ausencia.

Recomendaciones para recorrer el camino de las lágrimas:

1) Permitirse estar de duelo, 2) Abrir tu corazón al dolor, 3) recorrer el camino requiere tiempo, 4) Sé amable contigo, 5) No tengas miedo de volverte loco, 6) Aplaza algunas decisiones importantes, 7) No descuides tu salud, 8) Agradece las pequeñas cosas, 9) Anímate a pedir ayuda, 10) Procura ser paciente con los demás, 11) Mucho descanso, algo de disfrute y una pisca de diversión, 12) Confía en tus recursos para salir adelante, 13) Acepta lo irreversible de la pérdida, 14) Elaborar un duelo no es olvidar, 15) Aprende a vivir de nuevo, 16) Céntrate en la vida y en los vivos, 17) Definir tu postura ante la muerte, 18) Volver a tu fe, 19) Busca las puertas abiertas y 20) Cuando tengas una buena parte del camino ya recorrida háblales a otros sobre tu experiencia.

Capítulo 5 – Etapas del camino

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