El Cerebro

El cerebro es el órgano principal que rige todo nuestro cuerpo, es el responsable del aprendizaje, la cognición, la memoria y las emociones. Su funcionamiento se realiza a través de la interacción entre sus distintas áreas.

El cerebro es relativamente solido y se dice que el 80% del cerebro es agua.

Constantemente el cerebro tiene que estar recibiendo información para poder realizar bien su trabajo a través de los nervios y su buen desempeño cuando trasmiten la información desde donde sucede hasta el cerebro para ser procesada y así empezar a dar sentido a la toda una compleja estructura llamada sistema nerviosos.

A través de los siglos, la inquietud humana ah* conducido la búsqueda de nuevo conocimiento que explique el funcionamiento del cerebro, llevando a la imaginación hasta los mas extraños experimentos; pero con asombrosos resultados, gracias a ello, hoy sabemos que el cerebro esta compuesto de células llamadas neuronas y que estas se comunican a través de impulsos eléctricos, en un medio conocido como sinapsis, además estos impulsos eléctricos activan un mecanismo químico que produce la liberación de sustancias químicas conocidas como neurotransmisores que fluyen a través de la neurona emisora hacia la receptora. No obstante en la neurona receptora se necesita alguna sustancia que reaccione al contacto con el neurotransmisor y así cumpla con su funcionamiento. Este es el principio base de todo el mecanismo de funcionamiento humano, con la ayuda de miles de neurotransmisores las células actúan de forma diferente concluyendo con su función principal.

Como habíamos mencionado con anterioridad, el cerebro además de controlar los mecanismos humanos de forma metódica también lo hace de forma sistemática y con debida lógica, gestionando la información mandada desde los diversos aparatos (interoceptivos y exteroceptivos)1 gestionando la información y tomando decisiones de forma autómata.

Una alimentación balanceada no solo logra el buen estado del cerebro a pesar de con ella podemos controlar el estado de ánimo, la eficacia de la memoria, la energía y claridad de pensamiento, si no también hay otros factores que le benefician como el ejercicio físico y mental, la meditación e incluso algunas tecnologías revolucionarias puede alargar su duración y hacerle funcionar a pleno rendimiento.

La Creatividad: alargar las dendritas

El cerebro necesita desafíos mentales y estímulo físico para aprender y crecer. Por tanto, deberíamos ejercitarlo deliberadamente para ponerlo en forma. Si queremos que se “active y regenere” conviene que le “agitemos” un poco modificando las rutinas cotidianas y revisando nuestros viejos esquemas de pensamiento. Entre las múltiples actividades diarias que podemos hacer esta, Escribir con la mano no dominante, Dibujar al revés, Elaborar mapas mentales. Esta actividad fue propuesta hace décadas por el investigador

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