El Coronel No Tiene Quien Lo Escriba

Ensayo de “El Coronel no tiene Quien le Escriba”.

Introducción

El coronel no tiene quien le escriba, es una historia acerca de un Coronel se nos muestra como un hombre íntegro y educado al que no le gusta tener que pedir limosna, y que a pesar de su situación económica sigue con la cabeza alta. El autor casi no lo describe pero debido a su situación económica me imagino un hombre grande y muy delgado, cuyo nombre no es rebelado, que después de la guerra, espera por el correo, que nunca la recibe ni la va a recibir, mejor dicho, por una promesa del gobierno para los veteranos, de recibir una pensión vitalicia. Mientras tanto vive con su esposa y con un gallo de pelea, que es como la herencia de su hijo muerto. La historia se centra en la vida de él y en el misterio de lo que él coronel espera en el correo, q es la notificación del gobierno antes mencionada. Es paciente y espera por años, mientras con esfuerzos y empeñando las cosas de que poseía, logra sobrevivir con su esposa, y ambos se preocupan más por el gallo que por ellos, ya que según ellos, el gallo al ganar sus peleas, los ayudara a ganar dinero y sobrevivir, ya que hasta el final del libro él no se resigna y la historia se desarrolla en un pueblo cómodo y humilde, donde todos se conocen, y prácticamente alejado del mundo, mismo por lo cual la historia en general es algo triste, puesto que el coronel es así, y es bastante paciente, hasta que al finalizar la historia, cansado de esperar la respuesta del gobierno, se desahoga y siente un placer enorme al poder decir lo que guardaba.

Desarrollo

Es impresionante muchas veces ver que las personas esperan por algo que les hace tener una esperanza. Para el coronel era importante esperar esa noticia de su jubilación, porque era algo en lo que el tenia una fe de un cambio en su vida para poder sobrevivir.

Muchas veces los seres humanos nos aferramos a tener cosas que no son necesarias y las queremos tener pero si bien a v

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eces las cosas que tenemos nos podrían ser útil, como era el caso del general el cual podía vender el gallo y no lo hizo por su lazo sentimental.

La espera dura desde hace quince años, durante los cuales el coronel no ha dejado de ir a contemplar todos los viernes la llegada de la lancha que trae el correo y la distribución del mismo, llevándose cada vez una decepción.

En el transcurso del último año, desde que su hijo Agustín murió acribillado a balazos mientras repartía propaganda clandestina, el coronel se quita la comida de la boca para q el gallo coma y este pueda estar en forma para el día de la pelea, su esposa le reprocha las cosas que

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