El Mesias Mexicano

La vida en México es una vida moviéndose de una forma a otra. Pero siempre la misma. El movimiento definido por el reposo. La mentalidad mexicana siempre es catastrófica, el Mesías es visto siempre como desastre, terremoto, conquista, sacrificio, muerte y sufrimiento. Esta forma de pensar ha seguido al mexicano a lo largo de su historia ya es parte de su pensamiento, de su ideología, esto nos hace ver dos cosas importantes en el contexto mexicano; la primera es ese gran respeto que le tiene el mexicano a la muerte y la segunda es ver como desde el principio de nuestra historia el mexicano tiene que sufrir para lograr sus metas y objetivos, no nos gusta el trabajo fácil, nos gusta pelear y luchar así nos cueste la vida. Encuentro una frase que me centra mi atención; “Por eso la constante preocupación con la muerte, por eso el mesías mexicano”. Definitivamente no es preocupación, la muerte en sí es el chivo expiatorio de otros motivos para temer. En vida, consumimos y nos apropiamos de todo lo que podemos y nunca estamos satisfechos, queremos más, incluso hasta lo que no está a nuestro alcance, y después de acumular bienes materiales e inmateriales, se presenta la muerte a separarnos de lo que es nuestro, eso nos parecerá siempre una injusticia y nos causará un severo sufrimiento. Constantemente la muerte exalta los pensamientos humanos y los dirige hacia el miedo y el egocentrismo. Pensamos en la muerte de un ser querido y lo menos que nos preocupa es el "ser querido", en realidad el objeto de nuestro temor es el sufrimiento inmanente a la pérdida de ese ser y quien desea no sufrir más prefiere morir para estar nuevamente en compañía de la persona que ha muerto. Vivir o morir da igual, no existe una tercera opción. Nacemos, quienes lo logran, irremediablemente y en nuestro contrato de vida se establece una cláusula con letras pequeñas que dice: "Un día deberás morir"; pero, como en muchas ocasiones omitimos leer las letras pequeñas, llegado el momento de cumplir la totalidad del contrato, nos rehusamos a morir.

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