El Principito

La historia comienza cuando un aviador sufre una avería y tiene que aterrizar en el diserto del Sahara, intenta repara su avión hasta que un día lo despierta el principito, el aviador se queda muy desconcertado, por la presencia de ese niño en medio del desierto y más por lo que él le solicitaba, el dibujo de un cordero, el aviador describe su historia de la infancia acerca de como tuvo que abandonar su pasión por los dibujos a causa de la gente mayor, a la cual dice que es muy molesto tratar con ellos ya que solo quieren referencia acerca de todo.

El aviador y el principito comienzan a relacionarse más, y el aviador descubre que él y el principito tenían algunas cosas en común, también el principito le cuenta su historia acerca de como había llegado a ese lugar, le cuenta que viajo por distinto asteroides y a las personas que Vivian en ellos, todo lo que hacían y como es que él también se relaciono con ellos aunque de algunos de ellos salía con más dudas y el también ponía a dudar a los que habitaban allí.

Finalmente el principito llega al la tierra y encuentra que es un planeta muy complejo y muy abundante, nada parecido a los otros lugares donde el había estado, descubre que hay muchas más cosas de las que él había visto en los asteroides con el rey, con el geógrafo, el vanidoso, el ebrio y el farolero, y el hombre de negocios.

Finalmente llega a la tierra donde conoce a un zorro, un personaje que llega profundamente en la mente y al corazón del pequeño príncipe, haciéndolo descubrir lo que él en realidad sentía por su flor, también se encuentra con una flor que dice que los hombres parecen ser criaturas muy molestas ya que ellos no tienen raíces, ya estando a punto de partir el principito comparte todo es con el aviador y el aviador comienza a recordar cómo es que el también tiene siguiendo la mentalidad que comparte con el principito, finalmente el principito se da cuenta que tiene que regresar a su planeta con su flor y con sus volcanes también para evitar que los baobabs fueran a destruir su asteroide, y poder seguir disfrutando de los atardeceres que le brindaba, y así con la mordida de la serpiente es como desaparece de la vista del aviador dejándolo con la duda de que si el cordero se desatara podría comerse a la flor del principito.

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