El Telonero
Enviado por JordiLaBanda • 12 de Octubre de 2014 • 1.293 Palabras (6 Páginas) • 163 Visitas
Telonero
Abro mis ojos, los párpados me pesan bastante, y ni qué decir de mi cuerpo en sí al levantarme y quedarme sentado al borde de la cama. Miro el viejo reloj, no me impresiono de que, como siempre, lo miro cuando son justamente las 6:03 am. Aún no me he explicado cómo es que todas las mañanas, mi primera mirada en busca de un dato necesario es al reloj cuando marca exactamente las 6:03 de la mañana, y aún sigue sin interesarme. Doy un rápido vistazo a la mesa que está a 3 metros de mi cama, una vieja y descuidada silla la acompaña a un costado, sobre la mesa están la jarra con un litro de leche en ella y el trozo de pan azucarado. Pienso en que algún día cambiaré de desayuno, de hecho, siempre me pasa por la cabeza; en el fondo sé que seguirá siendo el mismo desayuno, aunque tengo vagos recuerdo de la última vez que varié y desayuné pan azucarado con jugo de naranja. Al terminar mi rutinario desayuno, es sabido por mí mismo que debo mirar el programa de hoy para comenzar a prepararme. Antier fue “Los Miserables”, ayer “El jorobado de Notredame”, y hoy vamos a repetir por 175* ocasión “La Cenicienta”. El programa está impreso en un alegre y colorido folleto con los rostros de los actores invitando al espectador a pasar una noche agradable en compañía de su familia, amigos, amantes, etc.
Son los actores los que reciben el mayor espacio en el folleto, además de su imagen vienen sus nombres, más abajo están los nombres del personal con quienes he trabajado todo lo que recuerdo de vida: director, taquillera, iluminadores, escenógrafos, presentador, etc. Al reverso descolorido del folleto, en la esquina inferior derecha, si me acerco y miro con atención, puedo ver mi nombre junto con el subtítulo de “telonero”.
Los horarios siempre son los mismos, la primera función comienza a las 9:30 am y termina a las 11:00 am, la segunda a la 1:00 pm y termina a las 2:30 pm, hay otra 2 funciones diarias pero no vale la pena aclarar a qué hora comienzan y terminan.
Son las 8:45, me presento en la sala como siempre, saludo a los que están a mí alrededor con un ligero ademán que hago automáticamente. Recuerdo que lo saludaba con más entusiasmo hace ya unos años, pero no recuerdo cuántos. Tomo mi posición habitual, me paro en la vigésima quinta tabla de madera junto a la pared, coloco mis 2 manos sobre las cuerdas, las sujeto firmemente, y espero mi señal.
Una vez que la sala queda limpia, los actores están preparados y la hora de la función se acerca, es hora de dar comienzo al proceso de toda la vida, que conozco a la perfección. La gente comienza a llegar, hacen una fila uniforme frente a la taquillera, la taquillera les da a conocer los precios, y empieza a cobrar y repartir. Los que ya obtuvieron su boleto, corren a su segunda fila del día, esta vez en la dulcería a llenar el espacio que sus brazos pueden lograr con golosinas, sodas y palomitas que comienzan a saborear más adelante. Los iluminadores encienden las luces de la sala, y la gente comienza a entrar y buscar el asiento asignado en su boleto, para eso, están los acomodadores. Ahora es el trabajo del presentador notificarle a los presentes la primera llamada. Desde mi punto de vista veo a la gente emocionada por pasar una noche entretenida, algunos hasta esperan que sea inolvidable, y yo sé que para mí será otra noche más de la que perderé cuenta.
Todo funciona a pie de rueda, he hecho tantas veces esto que aunque deje de pensarlo, haré mi trabajo como mi acostumbrado cuerpo me lo permite. Sí, se dará la tercera llamada, y toda la espera del día
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