El análisis de los trabajos de Аntonio Gramsci

Introducción

La obra de Antonio Gramsci resulta ser prolífica y de variada índole. Es por ello que no es posible determinarla en una categoría precisa y clara, ya que abarca la ciencia política, la sociología, el periodismo, la lingüística y la crítica teatral, entre otras disciplinas. A partir de una serie de textos relevantes en materia política y organizacional, propongo analizar detenidamente los distintos factores que resultan claves al momento de considerar al movimiento obrero italiano durante el Siglo XX. A su vez, buscar la interrelación existente en las luchas junto con las clases campesinas del sur italiano, para en última instancia observar las similitudes o diferencias palpables hacia el interior de los movimientos obrero-campesino que se desenvolvieron en Perú durante el siglo pasado. Por otro lado, se intentará buscar aquel punto de contacto entre los fenómenos acontecidos en Italia con los consejos fabriles, con su lógica democrática y cooperativa, con las distintas derivaciones sociales que trajo como consecuencia la crisis económica, política y social en Diciembre de 2001, en nuestro país. Una crisis que explotó como resultante de un modelo económico neoliberal que había surgido con la lamentable dictadura militar de 1976 y que se prolongó y se sostuvo durante un largo período, con la complicidad de los gobiernos democráticos correspondientes. Es en este momento, cuando en la sociedad argentina se comienza a ver desde otra perspectiva la democracia, se rompe con los tradicionales mecanismos del modelo de representación democrática y se busca una salida de la crisis por medio de nuevas formas de socialización y cooperación entre los distintos sectores sociales afectados por la debacle institucional que había sufrido el gobierno radical y el sistema estatal en su conjunto. A lo largo del trabajo se tratarán temas y conceptos relacionados con la faceta cultural, educativa y de formación de la clase trabajadora, ya que es una temática recurrente en los trabajos de Gramsci y Mariátegui, y brindan una completa y amplia interpretación de lo que fue el movimiento obrero en sus respectivos países.

1.Consejos de fábrica y la cuestión meridional

1.1. El norte

Para comenzar a describir a grandes trazos el pensamiento político de Antonio Gramsci, considero necesario hacer mención de algunos pasajes de un texto del propio Gramsci en “ La ciudad futura y otros escritos”. El texto titulado “ Indiferentes” nos refleja una marcada tendencia en el pensamiento del autor, acerca de cómo ver la política y la vida en su término más amplio. En la primer línea del texto, el autor expresa: “odio a los indiferentes”, y describe a este estado como “abulia, parasitismo y cobardía, no es vida”. Siguiendo un poco más en el artículo, se observa una clara intención de Gramsci en denostar a aquellos hombres que se mantienen ajenos a la historia, a los procesos que involucran a los seres humanos que participan desde su acción o su pasividad en un asunto puntual, y que luego no se sienten responsables por los hechos ocurridos, ya que se mantuvieron al margen, a aquellos que no toman partido cuando se exige eso mismo para llevar adelante una transformación urgente o impedir que otra suceda. Hacia el final del artículo, Gramsci plantea que en la ciudad futura, no existen aquellos hombres tibios que no se deciden a participar en los asuntos que les competen, sino que existe un amplio sacrificio y una solidaridad absoluta para con el que se desangra en su esfuerzo por conseguir un objetivo determinado .

El artículo se publica en 1917, es decir, en un momento de gran efervescencia política y social, durante un período de guerra y al calor de los acontecimientos en Rusia.

A partir de un recorrido por sus artículos de juventud, se puede observar que la Revolución Rusa representa un modelo de fuerte interés para el autor y una especie de guía para el planteo político que forjará para la industria del norte italiano.

En sus “Notas sobre la Revolución Rusa”, Gramsci plantea que la nombrada revolución terminó con el autoritarismo en dicho país y ha instalado el sufragio universal, incluyendo a las mujeres. La visión del autor italiano puede sonar voluntarista en esta parte de su discurso, ya que considera al proletariado ruso, tanto industrial como agrícola, en un desarrollo incontenible para el cambio de sociedad, en un estado cultural y moral de alto nivel, y concibe una unión fortísima en las conciencias de los trabajadores para con la revolución, en un tono que por momentos puede parecer demasiado optimista. Sin embargo, tal como se mencionó durante el seminario, hay que creérsela un poco para que se concrete.

Para Gramsci, el mayor temor que se plantea con respecto a este proceso de tranformación es el aburguesamiento de los distintos órganos revolucionarios y la intromisión de las antiguas instituciones burguesas( la Duma, los Zemtsvo) para hacer jacobinismo, fenómeno ocurrido en la Revolución Francesa, que Gramsci considera una revolución burguesa .

Partiendo del análisis de la coyuntura rusa, Gramsci considera que es preciso y necesario organizar a las distintas energías y voluntades dispersas dentro del conjunto de los proletarios. El autor plantea que resulta imprescindible la educación hacia el interior de las masas y la experiencia propia alcanzada por los mismos trabajadores. Para alcanzar estos objetivos cruciales es indispensable la cooperación del Partido, como órgano de educación, aquel que transmite la fe y canaliza el poder del conjunto y lo armoniza. En esta línea, es el propio partido quien conduce a la consecución de los objetivos finales de las clases obreras y campesinas .

Sin embargo, el planteo gramsciano no se queda en la absoluta delegación del poder principal al partido, sino que lo coloca en una posición de organización y disciplinamiento general. Para desarrollar cabalmente el concepto democrático hacia el interior de la clase obrera, Gramsci dirá que son las comisiones internas los órganos primordiales para esta tarea, aquellos encarnarán la voluntad del conjunto de los trabajadores en las distintas fábricas del norte italiano, para luego tomar el poder y la administración de la fábrica y colocarlo bajo control obrero. Es por esta visión de los acontecimientos que Gramsci dirá como consignas: “todo el poder de la fábrica a los comités y todo el poder estatal a los consejos obreros y campesinos”, siguiendo la proclama rusa de “todo el poder a los soviets”.

Como se observa, la convicción del autor italiano pasa por la creencia de que las instituciones tradicionales no poseen la capacidad práctica de encuadrar las voluntades emergentes en el proceso de transformación

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