El asco moral, Una expresión muy frecuente en la sociedad

“AÑO DE LA UNIVERSALIZACIÓN DE LA SALUD” FACULTA DE CIENCIAS ECONÓMICAS

ESCUELA DE ADMINISTRACIÓN

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TEMA:

El asco moral

AUTORES:

• Calle Gutiérrez, José Efraín
• Flores Asmat, Alison Alexandra
• Nureña Rios, Greysi Maricielo
• Requejo Valle, Aitana Sofia
• Tauca Abanto, Geydi Sarita
• Villanueva Silvestre, Diego Alexis

CURSO:

• Ética, Convivencia Humana y Ciudadana

DOCENTE:

• Uceda Duclós, Santiago Alberto

CICLO:

• II

SECCIÓN:

- “ A ”

Trujillo – Perú 2020

EL ASCO MORAL, UNA EXPRESIÓN MUY FRECUENTE EN LA SOCIEDAD

En la actualidad, vivimos en una sociedad que se encuentra en constante caos, donde surgen distintos problemas como: la inseguridad ciudadana, política, religiosa, educación o el acoso sufrido en distintos lugares, los cuales se cometen indiscriminadamente y no respetan género, edad ni posición social. La sociedad es el punto de todas las aberraciones de gente sin pudor ni valores, que no tienen conciencia alguna y son atacantes de las personas más vulnerables, esto genera que la población tenga un asco moral en contra de algunos tipos de comportamientos que se consideran potencialmente contaminantes, y el esquema del asco ha sido adaptado o aplicado metafóricamente a estas formas de rechazo. Entonces, nos formulamos la siguiente incógnita ¿Qué tan frecuente es la presencia del asco moral en nuestra sociedad frente a distintas problemáticas? Ante esto, nuestro objetivo es determinar la frecuencia del asco moral que se evidencia en nuestra sociedad con diferentes problemáticas. Por lo que, utilizaremos el método argumentativo para dar respuesta al problema planteado.

Ante la inseguridad ciudadana que crece exponencialmente, cada vez nos deja un mal sabor, el saber que, frente a la necesidad, en vez de tratar de salir adelante lo único que hacen es tomar el camino más fácil y ni aun así pueden comenzar una vida estable. Se encaminan en un viaje sin retorno en donde sus acciones y desvergonzados actos se ven con los peores ojos y se les juzgan sin remordimientos, ya que, en muchas ocasiones atacan sin conciencia alguna a personas que se esfuerzan a diario por conseguir el pan de cada día. Como diría Paul Bloom (2006): “el asco siempre es una respuesta instintiva a desencadenantes específicos”. Los que quedan evidenciados en las calles, en las noticias y a la vez, los vivimos como una pesadilla de la cual parece no tener fin.

En segundo lugar, nuestra clase política se ve sometida a que la sociedad tenga un asco moral frente a ellos, ya que, año tras año se dedican a ejercer sus funciones de manera equívoca, solo elaborando planes o proyectos de ley que favorezcan sus intereses, siendo siempre una gran incógnita por qué a menudo se deja de lado a aquellas personas que verdaderamente necesitan de ellos. Ante estos hechos, el pueblo peruano trata de despertar e instalar una nueva cultura que se encuentre enriquecida de valores, que genere en la población confianza frente a un cambio positivo para la sociedad. Según Kolnai (1997): «La conciencia de la humanidad considera sucio, y por tanto asqueroso, el que los valores más altos sean sustituidos por el dinero» lo que nos dice es algo muy cierto, porque muchos de nuestros políticos prefieren el dinero; es decir, hacer corrupción, con el fin de conseguir sus objetivos turbios sin importarles los demás.

Un sector que se ve duramente golpeado por actos inmorales o irrespetuosos, es el religioso, pues a nivel mundial vemos como desde hace siglos algunos países se encuentran enfrentados por hacer prevalecer su religión, pero el denominado asco moral, se pone en evidencia cuando muchas personas tienden a sobrepasar las reglas o derechos como el respeto mutuo o la libertad de expresión que tenemos todos, pues no es malo el hecho de aceptar la existencia de distintos tipos de fe, distintas entidades religiosas. Todos somos personas con pensamientos e ideales que poseen libre albedrio y por el cual se debe tener el respeto y la tolerancia necesaria en nuestra comunidad.

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