El año tiene 365 amaneceres, y la luna sale a adornar el cielo 365 veces al año

El año tiene 365 amaneceres, y la luna sale a adornar el cielo 365 veces al año, el día es anunciado por el portavoz de color amarillo y de nombre sol,  un dios para los aztecas, una estrella para nosotros,  el sol durante el día nos sirve como foco universal,  cuando camino y trato de ver al sol a los ojos, pero es imposible, aun con gafas para sol es demasiado fuerte y muy guerrero, me parece increíble el pensar que ese mismo sol ha sido quien ha observado todos los eventos que han marcado nuestro presente, creo que el sol nos pudiera contar lo que en verdad paso el día de la creación, lástima que no hablamos el lenguaje, el idioma de las estrellas,  los científicos dicen que el sol es quien está en el centro del sistema solar, pero para mí, de niño era quien estaba en el cielo, en el centro del cielo por el día, quien me decía hora de jugar y quien me dictaba hora de ir a casa, el sol, cuanto nos puede contar el sol, el mismo que observo y supongo que se indignó, cuando los europeos, conquistaron como siempre lo hicieron, con muerte a áfrica, también vio cuando exploto la primera y segunda guerra mundial, cuanto nos puede decir el sol, valdría la pena por un par de horas apagar la tecnología y escuchar la naturaleza.  

Desde chico he escuchado que la luna cae, pero si la luna esta arriba, la luna nunca abajado, quizás quien dijo esa frase por primera vez, se le escapo un minúsculo detalle, que si la luna bajara, nosotros muriéramos, por eso mejor creo que la luna no cae, que la luna sube,  la luna alegra el cielo en horas altas, que locura, que osadía es el solo pensar una noche, sin luna, sería una noche que no fuera noche, simplemente fuera oscuridad densa, la luna más que la madre de la sombra, más que el único satélite natural de la tierra, es una hermosura de la creación, es una belleza y el simple hecho de poder vivir bajo sus pies, que privilegio, la luna sin ser la novia de nadie, ha sido la inspiración de muchos,  una noche fría de noviembre me atreví a preguntar, me atreví a cuestionar, a la luna y mi duda era, que se sentía la luna al estar sola, todas las noches, de todos los años, para mi sorpresa, respondió atreves del viento y me contesto: Iluso humano, no estoy sola hasta acá arriba por dictadura, estoy acá por opción, porque el azul oscuro del cielo de la noche, queda perfecto con el brillo de mi cuerpo, me gusta subir todos los días a ver como unos duermen, otros lloran, otros sonríe, otros se besan bajo mi luz y algunos piensa, así como lo estás haciendo tú, mientras se derrochan en mí.

El sol y la luna.

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