El banquete. Platón

El banquete es una obra en el cual un grupo de comensales filósofos se reúnen para celebrar la victoria de Agatón en las fiestas Leneas. Mientras comen y beben, dialogan sobre el amor en orden de importancia, desde el más inexperto hasta el más sabio. Cada uno de los comensales hace una exposición sobre como concibe el amor, notándose cómo es el deseo que tiene la naturaleza humana de perpetuarse en la generación y el espíritu. Cada discurso tiene una perspectiva única sobre el amor, explorando sus dimensiones y significados. Por ejemplo, Fedro comienza describiendo el amor como una fuerza que impulsa a las personas hacia la virtud y la honradez. Dentro de esta misma disertación Pausanias marca la diferencia entre dos tipos de amor: el amor común, centrado en el deseo físico, y el amor celestial, más puro y concentrado en la mente y el espíritu. Erixímaco también interviene ofreciendo una perspectiva científica, que describe el amor como una fuerza presente en la naturaleza y en la medicina, mientras que Aristófanes presenta una visión mítica y humorística del amor, que describe a los seres humanos como originalmente esféricos y divididos en dos. Asimismo, Agatón hacía honra a la juventud y la virtud de Eros, presentándolo como un ser bello y digno de todo. Empero, Sócrates interviene posteriormente cuestionando las nociones anteriores y presentando una visión más abstracta y filosófica del amor, el cual lo describe como la búsqueda eterna de la verdad y la belleza, en donde cita las enseñanzas de una mujer llamada Diótima y ofrece una perspectiva más filosófica “el ascenso del amor” (Platón,1871), un proceso en el que uno comienza apreciando la belleza individual y gradualmente avanza hacia una apreciación de la belleza en si misma, de forma pura y eterna. Los diálogos finalizan con la llegada de Alcibíades, quién ya embriagado irrumpe en la fiesta y ofrece un discurso improvisado sobre la naturaleza de su amor y admiración por Sócrates, pero actúa como amante y amado esquivo a los intentos de seducción, incrementando en Sócrates, los merecimientos de la consideración divina. Finalmente, el amor en el banquete termina en la contemplación de la belleza, el deseo por obtener cosas buenas y felicidad para lograr la posesión del bien.

REFERENCIAS

El banquete. Platón, obras completas, edición de patricio de Azcárate, tomo 5, Madrid 1871.

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