El ensayo en Latinoamérica
Enviado por jose2502 • 27 de Octubre de 2013 • Tesis • 526 Palabras (3 Páginas) • 413 Visitas
El ensayo en Latinoamérica
Delia Barreiro Pérez
El ensayo en el contexto de comienzos del romanticismo en Hispanoamérica fue cultivado por los autores en diversas formas como el tratado, la memoria, el discurso, el artículo periodístico, el prefacio, la autobiografía, la biografía, etc. Este conjunto tan heterogéneo nos obliga a enfrentar cuestiones aún no resueltas por la crítica especializada.
Sin entrar en la historia del género, se puede decir —con palabras de Miliani— que el ensayo como manera de expresar un mundo a través de las ideas, con valor expositivo muy personal y variable, preexistió a su nombre, o como lo señaló Bacon "la palabra es nueva, pero el contenido es antiguo".
En este sentido, los teóricos europeos admiten su existencia antes de Montaigne; sin embargo en Latinoamérica se decreta su nacimiento con los grandes maestros de la modernidad intelectual: Martí, Rodó, Montalvo, González Prada... Entonces habría que preguntarse: ¿dónde quedan Simón Bolívar, Andrés Bello, Esteban Echeverría, Simón Rodríguez, Fermín Toro?, sólo por nombrar algunos; habría que realizar una revisión conducente a elaborar un cuadro más ajustado y justo de este tipo de literatura.
El ensayo en América Latina debe ser considerado como la voz de la conciencia del hombre sensible ante su historia; que en los países iberoamericanos la resonancia del ensayo se escucha desde sus inicios en la lucha ideológica por la independencia o a la búsqueda posterior de la propia identidad.
Pasada la anarquía y en cierta forma el caudillismo, así como la pasión de los románticos, surge con los pensadores modernistas un deseo de consolidar la autonomía conquistada. Se tiende al esfuerzo de la defensa de la libertad, de estabilizar ciertas instituciones y estudiar aquellos elementos idiosincráticos que configuren, al menos en su inicio, lo que sería característico de lo hispanoamericano.
Sin embargo, hay que establecer algunas consideraciones, tal como el señalamiento, entre otros, de Concejo, quien expresa de manera categórica que para hacer reflexionar, expresar un mensaje y despertar a sus contemporáneos, debe ser un autor maduro; he ahí uno de los prejuicios: la edad del ensayista.
En efecto, son numerosos los autores que hacen aseveraciones como las de Díaz Plaja: "el ensayo es el resultado de un análisis de los datos recibidos desde la soberanía del yo pensante...", el ensayo pues, género difícil porque es un género adulto.
Es así como entonces estaríamos frente a la condición de "menores de edad" en materia ensayística en América Latina. En este contexto, ¿cómo se explicaría que José Martí escribiera un ensayo como Madre América (1889) teniendo apenas 36 años, o que Fermín Toro, a los 31 años escribiese Europa y América
...