El ensayo, es un género literario que algunos autores consideran es una mezcla de todos los géneros de la literatura pero al final no es ninguno de ellos, este género nace con el escritor francés Michel de Montaigne

El ensayo

El ensayo, es un género literario que algunos autores consideran es una mezcla de todos los géneros de la literatura pero al final no es ninguno de ellos, este género  nace con el escritor francés Michel de Montaigne. Lo mismo en Montaigne que en Bacon, los dos fundadores del ensayo, está la idea del tanteo, de la experimentación, la inquietud de degustar las cosas por uno mismo. Su verbo característico es “probar, experimentar”, no en el sentido de demostración, sino de ver a qué sabe. El ensayo es uno de los géneros literarios más populares y cultivados en la actualidad, es un escrito que expone una interpretación personal y subjetiva de cualquier tema, sin profundizar en él, con una finalidad de divagar.

El ensayo, aunque es un género literario muy heterogéneo y por esta razón es difícil dar una definición exacta, presenta en su “ser” lo que supongo son las siguientes características básicas:

 Variedad y amplitud de los temas tratados los cuales pueden ser literarios, filosóficos, religiosos, humanísticos, sociológicos aunque como podemos observar en los essais de Montaigne el ensayo es capaz de mezclar infinitud de temas en el mismo escrito, lo cual le permite ser en cierta forma camaleónico.

Libertad de tono y estilo, como mencionan Luis García Núñez y John Skirius en sus respectivos escritos el ensayo es una forma particular y personal de escribir puesto que es la reflexión de las ideas propias del autor “el ensayo es género de ideas y elegancia verbal” esto es fácil de descubrir ya que los ensayistas hacen del lenguaje un artefacto embellecedor que une el adorno con la confesión.

 Relativamente breve, aunque existen obras ensayísticas que poseen la extensión de un libro. Para citar algunos ejemplos mencionare los ensayos de Alejo Carpentier, Gabriel García Márquez y José Enrique Rodó quienes han escrito ensayos de apenas una cuartilla, por otro lado tenemos ensayos más extensos como los de Alfonso Reyes y Octavio Paz.

El Ensayo no se sujeta a límites formales estrictos, es decir, su estructura es abierta, sin embargo su estilo debe ser elegante y ameno, el propósito estético es un común denominador en los ensayos literarios, es decir “la belleza y el deleite con los objetivos...”

El ensayo como producción literaria y artística tiene dos finalidades, la primera finalidad de un ensayo es exponer una tesis para buscar convencer al lector acerca de una cuestión para lograr esto hace de la literatura su instrumento para las operaciones de análisis y discusión, en palabras de Luis García Núñez esta discusión y análisis son “el espacio de la tersura estilística: que complace al lector con el esplendor de la lengua de un ser privilegiado que vuelve escritura las riquezas de un instrumento” es decir el ensayista es capaz de crear una obra que hable, razone y conmueva al lector en ese momento en el que lector y escrito comparten un pensamiento. En segundo lugar el ensayo es la producción de un texto propio, esto significa que la finalidad primordial es la estética, es decir la belleza, en este tipo de ensayos quien escribe es todavía más libre, pues en la mayoría de los casos los escritores tienden a vacilar y recurren constantemente a sus valores éticos y a sus recuerdos lo que pareciera poner en crisis su relación con el lenguaje, tal vez el ejemplo más claro podría ser Montaigne y su muy peculiar narrativa, para quien ha leído al menos dos ensayos de este escritor francés comprenderá a lo que me refiero, pues en sus ensayos al principio nos presenta su tema y su tesis central pero mientras vamos avanzando en la lectura es fácil notar que el autor echa a andar su mente y mezcla temas que parecieran no tener razón de ser en el escrito, sin embargo logra mantener la atención del lector y poco a poco lo va envolviendo con artilugios de su escritura.

“Ensayo es ensayar es acto de la gustatio” el ensayo es el acto puro de escribir, el ensayista no pretende ser poeta, novelista o dramaturgo, mucho menos busca ser en especialista en nada, escribir un ensayo no es nada más que el ejercicio de escribir y expresar, del ensayo debemos subrayar un punto muy importante del que hablan diversos autores y analistas, este punto que es casi una característica e incluso un fundamento es que es el “género de la espontaneidad”, recordemos que el ensayo literario no necesita ser forzosamente un escrito sobre lo que concebimos hoy como literatura sino más bien es un acto de confesión. Cabe aclarar que a pesar de ser el arte de la espontaneidad el ensayo es también un género lleno de ideas, es decir no importa que se nos ocurra escribir sobre lo que sea, pues el ensayo es la reflexión que hacemos acerca de nuestra forma de pensar, y esta una de las múltiples características del ensayo, pues al ser este un género que refleja a la mente podemos intuir que el vagar y relacionar diversos temas es vital para nuestra mente.

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