El filósofo de las ideas

TEMA 2: Platón

2. EL FILÓSOFO DE LAS IDEAS

Platón fue el primer gran filósofo de la historia. Su pensamiento combina las ideas racionales, que confían en la capacidad del ser humano para comprender el mundo, con influencias de Oriente que valoran lo místico y lo religioso. Esta mezcla hace que su obra sea única y enormemente influyente en la historia del pensamiento.

La relevancia de Platón es inmensa. En sus escritos, retoma las preguntas de los filósofos presocráticos sobre el origen y la estructura del mundo natural. Además, sigue el interés de Sócrates en temas como el ser humano, la ética y la política. Sus diálogos tratan una amplia variedad de problemas filosóficos, y lo hace de manera tan profunda y atractiva que siguen siendo una inspiración en la actualidad.

El corazón de la filosofía de Platón es su teoría de las Ideas. Según esta teoría, la realidad verdadera no cambia ni se desgasta. Para Platón, el verdadero ser tiene que ser eterno, idéntico e inmutable. Por eso, todo lo que vemos a nuestro alrededor, que siempre está cambiando, no es verdaderamente real, aunque lo parezca. Si queremos conocer lo que realmente existe, debemos mirar más allá de las apariencias y buscar lo que permanece siempre igual.

 Hay tres temas principales en la filosofía de Platón: la política, las matemáticas y su rechazo al relativismo.

3. LA METAFÍSICA

Platón divide la realidad en dos partes fundamentales: el mundo inteligible y el mundo sensible, cada uno con características muy distintas.

El mundo inteligible es el ámbito de las Ideas y las entidades matemáticas, siendo las Ideas el núcleo central de su filosofía. Dentro de este mundo hay dos niveles: el nivel de las entidades matemáticas, que son conceptos abstractos como números y figuras, y el nivel de las Ideas, que son la base última de toda la realidad.

Las Ideas poseen características únicas: son eternas, inmutables, perfectas, inmateriales y absolutas. No cambian, no se deterioran, y existen independientemente de los objetos físicos. Representan la esencia de todas las cosas: por ejemplo, la Idea de "Belleza" es la fuente de todo lo que consideramos bello. Además, las Ideas son inteligibles, es decir, solo pueden ser entendidas por la razón, no por los sentidos. Son también una guía para la ética y la política, ya que la Idea del Bien, que está en la cima de todas las Ideas, orienta todas las acciones humanas y da sentido al mundo.

Las Ideas están organizadas de forma jerárquica. Las menos importantes son las que representan cosas concretas, mientras que las más generales y abstractas, como la Justicia o la Belleza, ocupan niveles superiores. En la cúspide está la Idea del Bien, que es lo que todo tiene en común. Según Platón, todo lo que existe tiene algo bueno en sí mismo, y el mal solo aparece donde falta el Bien. Este concepto refleja un optimismo ontológico, ya que implica que toda realidad tiene algo positivo en su naturaleza.

El mundo sensible, en cambio, es el mundo que percibimos con nuestros sentidos. En él, todo está en constante cambio y deterioro. Este mundo combina dos elementos: las Ideas, que están presentes de forma imperfecta en los objetos, y la materia, que causa desorden e imperfección. Los objetos materiales son copias imperfectas de las Ideas, mientras que la materia, en sí misma, no tiene realidad plena; simplemente sirve como un medio para reflejar las Ideas. Dentro del mundo sensible también hay niveles: los objetos físicos, que son copias directas de las Ideas, y las imágenes de estos objetos, que son copias de copias y aún más alejadas de la perfección.

Para explicar cómo surgen los objetos materiales a partir de las Ideas inmateriales, Platón introduce al Demiurgo, un tipo de artesano o semi-dios que conecta la materia y las Ideas. El Demiurgo contempla las Ideas y las utiliza como modelos para "dar forma" a la materia, creando así el mundo físico. Este proceso es como una actividad artesanal, donde el Demiurgo toma lo ideal y lo plasma en lo material.

3. LA EPISTEMOLOGÍA

Platón, en el ámbito del conocimiento (epistemología), distingue entre dos tipos de saber: el verdadero conocimiento (epistéme) y la opinión (doxá). Según él, el verdadero conocimiento solo se puede tener sobre el mundo inteligible, ya que este es eterno, inmutable y absoluto. Por otro lado, sobre el mundo sensible, que está en constante cambio, solo es posible tener opiniones, porque no se puede conocer con certeza algo que siempre está variando.

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