El futuro de la comunicación política emociones y Generación Z

El futuro de la comunicación política emociones y Generación Z

1. Emociones colectivas: la imprescindible sensibilidad de la política

Martha C. Nussbaum pone en cuestión de los sentimientos públicos vaya en contra de la libertad y la economía en su libro “emociones políticas” sabemos en el escenario político inundan los sentimientos colectivos y las emociones por ejemplo debate político, las emociones son un campo privado, lo femenino es emoción, valores, cooperación; lo masculino es razón, competencia, belicosidad.

1. Voto apasionado

Las emociones gestan nuestras reacciones más primarias, si estamos en una crisis, incertidumbre, votamos con el corazón, por amor, por enfado o por esperanza, este es un voto apasionado.

También estas emociones se transforman en odio, la xenofobia, la exclusión el miedo, estas son un ejemplo de los resultados de un estado opresor.

Jugar con las emociones es jugar con fuego, por lo que es arriesgado y peligroso, más si cabe, en las colectividades

1. El amor y el odio

El amor en política es justicia social, solidaridad; en cambio la desigualdad da paso a la tristeza en masa, es una sociedad sin amor. Sabemos que las emociones mas movilizadoras son la alegría y la ira por lo tanto es inútil responder con razón a la emoción, con frialdad a la pasión.

Al momento de entrar en campaña electoral es necesario enamorar en poco tiempo, alegrar y no enfadar. Los errores de los candidatos son gastar recursos en revestir al líder de Photoshop y los disfrazan, utilizan un storytelling falso que no convence. Al electorado no le gustan las campañas porque ven con circo de teatro que tienen actores y papeles a presentar, y dice el electorado que “todo es mentira”.

La política tiene que ser sensible al estado del animo social, comprenderlo y no manipularlo, sino gestionar ese animo con responsabilidad, con sinceridad.

1. Humor político

Antoni Gutiérrez-Rubí dice “los tristes no ganan elecciones” esta frase se ha convertido en la piedra filosofal de todos los asesores de los candidatos. Con el humor se produce la conexión con la audiencia de los medios tradicionales y sociales, y en ocasiones con los votantes.

Después viene la pregunta “Qué y en qué medida la empatía se vuelve voto” sabemos que la política es razón y emoción, pero sobre todo emoción. Los electores votan de entusiasmo o indignados. Los que no sienten eso, se quedan en casa y no votan.

Los medios de comunicación -tradicionales o sociales en red- vuelven a ser el colaborador participante como un actor mas tomando un lado, posicionándose y el resto de los candidatos que no establecen su propio ritmo mediático pierden protagonismo y, consecuentemente, espacio y oportunidad. Igual que los tristes no ganan elecciones, las campañas tristes, tampoco.

1. Épica política en campaña

Ahora necesitamos ética, que convenza a los electores de que este y no otro es su héroe o heroína, la gente busca representantes políticos normales como nosotros; sencillos, accesibles y cercanos. Buscan a maravillosos hombres/ mujeres normales.

c Siempre en la historia del héroe nunca falta el enemigo el antihéroe.

 Al político se rechaza todo atisbo de debilidad, asociado a atributos negativos, para así poder hacer frente a este poderoso escenario de guerra, el juego de la estrategia, la inteligencia, la colaboración, la inclusión, el diálogo.

1.  La participación y las primarias: del maquillaje al efecto ‘boomerang’

1. Nacía la nueva política

En 2014 nació la nueva política la que abre el protagonismo a los ciudadanos y rompe el eje tradicional “izquierda y derecha” la batalla de lo viejo y lo nuevo. La gente no quiere participar lo que quiere es influir y cambiar con su aportación las cosas, de lo contrario, la participación (voto), como fin sólo tiene efecto placebo, por un tiempo, o efecto indignante, según los casos.

...