El mundo, el hombre y el tiempo

Introducción

En el presente trabajo vamos a tratar de abordar aquellos aspectos más destacados de la cultura azteca, y centrarnos en cómo fue su encuentro con los navegantes forasteros. Un encuentro que tuvo que ser muy especial y sorprendente, para aquellos nativos ante los que aparecieron hombres totalmente distintos a ellos. Cuya presencia tuvo que causar un fuerte impacto. Además de esto, sintetizaremos como se sucedió la conquista por parte de los españoles. En un primer lugar, explicar cómo era la estructura social de los mexicanos, y como dio un cambio bastante notable a principios del siglo XVI. La estructura social de la tribu mexicana, fue muy simple y esencialmente igualitaria. Una existencia así no exigía diferenciación de las funciones sociales, ni la aparición de un poder organizado. Pero con el tiempo, proclamaron un monarca, hecho que provocó la jerarquización, la diferenciación y la complicación de la sociedad mexicana. Todo se convierte en lujos y riquezas, pero a la vez existe una importante base de miseria .

Hablando de la estructura social del pueblo mexicano, las clases dirigentes se dividían en muchas categorías distintas, ya fuese por las funciones que realizaban, su importancia o sus honores. Por ejemplo, entre los militares de la alta jerarquía se distinguían el tequihua y el cuachic .

Se podría afirmar que existía ya una clase de “democracia”, estatus sociales, entre los pobladores mexicanos, pero un aspecto importante es que para este pueblo, su destino ya estaba escrito, con esto me refiero a que sus dioses les otorgaban su destino, y ellos aceptaban dicho destino .

El mundo, el hombre y el tiempo

A continuación, comentar de forma breve sobre la vida y la muerte, y los cataclismos, que para ellos era el fin y el inicio de la humanidad, de sacrificios humanos con fin de “alimentar” a nuestro padre y a nuestra madre, “la tierra y el sol”.

Nada nace y nada vive si no es por la sangre de los sacrificados, el fin de estos sacrificios humanos era para que los dioses prosiguieran su marcha, para que las tinieblas no quedaran pesando sobre el mundo. Para ellos los sacrificios humanos eran como un honor porque sabían que sus almas resucitarían paras emprender su vuelo hacia su padre el sol.

En los ritos más comunes la víctima era extendida con la espalda sobre una piedra ligeramente comba, en cuanto que cuatro sacerdotes sostenían los brazos y piernas, entonces un quinto sacerdote, abriéndole el pecho con un tajo de su cuchillo de pedernal, le arrancaba el corazón. Pero no eran esas las únicas formas de sacrificio, a las mujeres las decapitaban consagradas a morir en honor de las diosas terrestres, o a los niños que se ofrecían al dios de la lluvia morían ahogados .

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