En El Principio Del Tiempo

En el principio del tiempo, cuando el universo carecía de tiempo y espacio, Coiseno, engendro a sus primeros ocho hijos, a los cuales iluminaria por el resto de su vida, hasta comérselos. Después de ello engendro a otros seis de sus hijos, más pequeños en tamaño, con características excéntricas y a la merced de sus hermanos mayores. En la creación de cada uno de sus hijos, reservo una cantidad de espíritu que los protegería y guiaría en la oscuridad.

La creación del universo sucedió en todos lados al mismo tiempo, en todos los tiempos simultáneamente, haciendo así el caos de la inteligibilidad, por lo cual después de un trabajo tenaz, la convicción arriba haciendo todo lo hermoso y concluyente que tenemos en el firmamento, en el horizonte. A medida que Coiseno profundizaba su creación, se hizo el mar y todos los ríos y lagos que existen, para después elevar su creación a lo que denominó como cielo. Con estas dos creaciones el agua tendría un ciclo infinito para reproducir cosas maravillosas y así con la luz de Coiseno nunca escasearía la fertilidad. Ya que no podría contemplar esto por si solo, se auto dividió en miles de partes, de las cuales sostuvo la misma naturaleza y raciocinio. Sin darse cuenta, la individualidad surgió en estos y le durmieron para crear cosas con las cuales se engañarían a si mismos, quedando, aunque bajo el fantasma de Coiseno, en la oscuridad.

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