Enigmas De La Politica Internacional
Enviado por tomas30 • 22 de Mayo de 2014 • 8.977 Palabras (36 Páginas) • 259 Visitas
INTRODUCCION
A lo largo de este ensayo estudiaremos el pensamiento político de tres
pensadores, Spinoza, Rousseau y Tocqueville, aparentemente muy distintos; cada uno
pertenece a un espacio y un tiempo diferente, a realidades históricas distintas y con
dispares puntos de vista. Ahora bien, nuestro objetivo principal es establecer un
camino común para todos ellos, y ese camino no será otro que el de la democracia,
como sistema político ideal para el desarrollo de las facultades del hombre.
Teniendo el sistema democrático como hilo conductor, abordaremos desde
diversos aspectos los claros y sombras de esta particular forma de organización
política, sin olvidar al protagonista de la acción política, el ser humano, y todo lo que le
rodea. A través de una serie de conceptos y problemas clave iremos recorriendo la
filosofía de cada uno de los tres pensadores, evitando así que se pierda el sentido y el
objetivo del trabajo. En Baruch Spinoza y J.J Rousseau analizaremos principalmente
dos propuestas teóricas para la construcción de un régimen democrático; con Alexis
de Tocqueville trataremos la problemática planteada desde la reflexión de una
experiencia democrática concreta, la democracia en América, concretamente en
Norteamérica. Uno de los pilares fundamentales sobre los que se asienta la Modernidad es la Construcción del Estado, y concretamente, del Estado democrático, motor de cambios
Sociales, culturales, económicos, históricos, y lo que aquí más nos interesa, filosóficos.
La cuestión no ha perdido vigencia actualmente puesto que nos encontramos
Constantemente ante realidades que ponen en riesgo dicha construcción política, como
la intromisión de las religiones en lo político, el terrorismo, la inmigración, la
Globalización o la desconfianza ante los partidos políticos. Asimismo, las propuestas
teóricas sobre la democracia permiten tender puentes entre la Modernidad y los
tiempos actuales, la llamada Postmodernidad. Junto con la exposición del planteamiento de nuestros tres autores, Vincularemos sus ideas con nuestra realidad política y social, con el objetivo de poner de relieve que hay asuntos políticos que acompañan al hombre constantemente, y Nunca pierden su vigencia. En definitiva, este estudio pretende ser una reflexión crítica
Sobre la filosofía política, mirando al pasado, al presente y al futuro.
Spinoza, una Interpretación racional de la Política.
El Spinoza metafísico, monista y panteísta que había escrito una ética como
Camino a la felicidad y la libertad no se puede comprender sin tener en cuenta que la
Vida en sociedad y el Estado tienen un papel determinante en la consecución de
Ambos objetivos.
El arranque de su filosofía política entronca con las tesis de Hobbes y su visión
del estado de naturaleza cono estado de guerra. Las tesis de Spinoza son totalmente
opuestas a la visión naturalista y positiva en la que sitúa Rousseau al hombre en sus
“Discursos”. Aunque el punto de partida de Spinoza es el mismo que el de Hobbes a la
hora de analizar el sistema político en relación con la sociedad, Spinoza se distancia
de Hobbes, pues defiende un poder político fuerte, pero no por ello totalitario.
Spinoza comienza a tratar la cuestión referente al Estado en el “Tratado
teológico-político” tras haber tratado el problema de la relación entre filosofía y
teología, con su consiguiente separación, y este será nuestro punto de partida.
El derecho natural es la manifestación del deseo y poder individual, donde
impera el egoísmo y la conservación. En el derecho natural no interviene la razón sino
el deseo y la necesidad. En este estado de naturaleza hay derechos pero no deberes;
en el estado de naturaleza, no tiene sentido, por lo tanto, hablar de bien-mal, justicia-
injusticia ni ninguno de los pilares básicos que hace posible la convivencia armónica
entre los hombres, pues cada uno busca su propio beneficio y como se dice
coloquialmente, no se le pueden poner puertas al campo. Prima la ley natural, aquella
que se basa en la manera de obrar de cualquier criatura, determinada por la
naturaleza. Frente a esta situación natural y pre-racional, la constitución del Estado
nace <<por la esperanza de un bien mayor o por el temor de un mal mayor>>1, de
modo que abandonado a la vida natural, el hombre tiene más que ganar que perder.
Pero no podemos creer que en el paso de la vida entre naturaleza y la vida en
sociedad se produce un salto, pues el derecho natural se presenta como vínculo que
hace posible dicho paso, según el derecho natural que nos explica Spinoza, de entre
dos males, debo elegir el menor.
El realismo político de Spinoza está siempre presente y aún más en lo que
respecta a la formación de la vida en sociedad, pues no hay más motivo que la
utilidad, el interés.
Nos encontramos entonces con que cada individuo cede su derecho y su poder
a un derecho y un poder soberano, que atañe a todos, pues está claro que si el poder
político fuera más débil que el poder individual, el Estado tendría en su nacimiento
implícito su certificado de defunción.
Dios refuerza el paso a la sociedad civil, pues los hombres prometen
obediencia al Estado del mismo modo que obedecen a un Ser supremo. Además, ante
contradicción entre el poder político y preceptos divinos hay que obedecer y elegir a
Dios si es algo indudable; pronto veremos que esa condición será fundamental a la
hora de tratar a fondo la relación entre ambos poderes.
Fundamentos del Estado democrático.
Llama la atención cómo Spinoza entra de lleno sin más en el fundamento de la
democracia, tema esencial en este trabajo; no nos detendremos a analizar el estudio
que hace en el “Tratado Político” de los diferentes regímenes políticos con el fin de
evitar confusiones y de no alejarnos del tema que estamos tratando. Para el pensador
holandés, la democracia es la forma política más justa; se presenta como el sistema
donde las leyes son más racionales, prima el bienestar de la comunidad y el individuo
goza de libertad. Podemos decir por tanto que para Spinoza, el único Estado racional
es la democracia. Llena de satisfacción leer a un autor del siglo XVII que defiende sin
tapujos la libertad, la
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