Ensayo Sobre Hamlet
Enviado por Danielita727272 • 20 de Julio de 2012 • 4.037 Palabras (17 Páginas) • 1.377 Visitas
Acto I
La obra se abre en Dinamarca, al llegar la medianoche al Castillo de Elsinor. Horacio, un estudioso, y Marcelo, un centinela, se unen a la guardia nocturna de Bernardo. Desde su puesto de vigilancia, Marcelo y Bernardo han observado dos veces a un misterioso fantasma deambulando por los terrenos reales. Marcelo pregunta ansiosamente a Bernardo si "'el espantoso fantasma que hemos visto ya en dos ocasiones...'" se ha aparecido nuevamente esa noche. Un escéptico estudiante, Horacio fue invitado a la guardia por dos razones: para verificar la historia de fantasmas de los guardias, y para hablar con el espíritu si se presenta por tercera vez. Disipando pronto las dudas de Horacio, el temible fantasma ingresa vestido con toda su armadura. El fantasma ataviado con su traje de guerra utiliza su visera y lleva una porra en su puño. Atemorizados Horacio, Marcelo y Bernardo se dan cuenta que el espectro en armadura se parece mucho al recientemente fallecido Rey Hamlet. Horacio le habla al espíritu, pero el fantasma permanece en silencio. Preocupado por el espíritu errante del Rey Hamlet, Horacio advierte a los guardias que "'Esto pronostica alguna extraordinaria mudanza a nuestra nación”. La presente conmoción, razona Horacio, debe ser el resultado de las recientes peleas con el joven Fortimbrás de Noruega. En el pasado, el Rey Fortimbrás desafió al Rey Hamlet a una batalla por territorio en disputa. Los dos monarcas acuerdan mutuamente que la tierra del perdedor sería cedida al ganador. Hamlet mató a Fortimbrás y, en consecuencia, obtuvo las tierras de Fortimbrás. El joven Fortimbrás con la intención de recuperar la tierra perdida por su padre, ha reunido una muchedumbre de combatientes para desafiar a Dinamarca. Bernardo está de acuerdo en que el inminente ataque de Fortimbrás debe ser la causa de la actual perturbación. Como prueba, él señala que el fantasma usa la misma armadura que llevaba el Rey Hamlet para derrotar al viejo Fortimbrás.
El fantasma vuelve a aparecer de repente con su armadura. Horacio le pide hablar mientras los guardias intentan detenerlo con golpes inútiles. Cuando el gallo cacarea indicando la llegada del amanecer, el espíritu en su armadura se retira rápidamente. Horacio sospecha que el fantasma del rey rompa su silencio sólo ante el joven Hamlet. Resuelve prontamente contarle al Príncipe Hamlet del fantasma errante de su padre.
Hablando a su consejo reunido, el Rey Claudio lamenta la reciente muerte del Rey Hamlet, su hermano. Al mismo tiempo, se regocija en su rápido matrimonio con la Reina Gertrudis, su cuñada que quedó viuda. Laertes, visitando formalmente Dinamarca por la coronación del Rey Claudio, solicita el permiso de Claudio para regresar a Francia. Claudio cumple con el deseo de Laertes como un favor a Polonio, su altamente apreciado asesor quien es también padre de Laertes. El Claudio Rey llama al Príncipe Hamlet, refiriéndose cariñosamente a él como primo e hijo. Amargo porque su tío se ha casado con su madre demasiado pronto después de la muerte de su verdadero padre, Hamlet refunfuña enigmáticamente, "'Algo más que deudo y menos que amigo'". El Rey Claudio y la Reina Gertrudis están perplejos por la melancolía de Hamlet. En su opinión, el Príncipe Hamlet ha llorado lo suficiente a su padre muerto. Lo instan a deshacerse de su poca varonil congoja y permanecer con ellos en Dinamarca, en lugar de regresar a la escuela en Wittenberg. Profundamente deprimido, Hamlet anhela su propia muerte. Aunque entristecido por la muerte de su padre, la mayor causa del sufrimiento del Príncipe Hamlet es el matrimonio desleal de la Reina Gertrudis con Claudio. A un mes de perder a su amado esposo, la Reina Gertrudis se casa precipitadamente con Claudio, el propio hermano del Rey Hamlet. Enojado por la hipocresía de Gertrudis y su infidelidad, Hamlet desprecia a su madre, diciendo: "'fragilidad, ¡tu nombre es mujer!'" Horacio, Marcelo y Bernardo interrumpen los oscuros pensamientos de Hamlet. Reconociendo a Horacio como un amigo de la escuela de Wittenberg, Hamlet le pregunta a Horacio que lo trae a Dinamarca. Horacio le responde que vino para el funeral del Rey Hamlet. El Príncipe en forma sarcástica le dice que más bien debe haber venido para el matrimonio de la Reina Gertrudis, pues los dos acontecimientos se produjeron consecutivamente. Transmitiendo los acontecimientos de las últimas tres noches, Horacio le informa a Hamlet que el fantasma silencioso y en armadura de su padre muerto ha sido visto deambulando en el castillo. Hamlet decide unirse esta noche a observar y hablar él mismo con el intranquilo espíritu.
Laertes, con destino a París, se despide afectuosamente de su hermana Ofelia. Ofreciéndole algunos consejos de hermano, le advierte a Ofelia mantener su castidad frenando las románticas intenciones del Príncipe Hamlet. Debido a que Hamlet es un príncipe, él debe casarse con alguien de alto rango. Por lo tanto, no puede ser totalmente serio en su amor por Ofelia. Polonio insta a su hijo a partir rápidamente, sin embargo, detiene a Laertes con una larga lista de recomendaciones. Después de que Laertes parte en su buque, Polonio se hace eco de su preocupación por Ofelia advirtiéndole que el Príncipe Hamlet es joven y lujurioso. Polonio instruye a su hija tratar a Hamlet fríamente, desconfiar de sus votos de amor, y evitar su compañía. Obedientemente, la casta Ofelia acepta.
En el cortante aire de la medianoche, Hamlet, Horacio y Marcelo reanudan su observación del fantasma. Una bulliciosa fiesta organizada por el borracho Rey Claudio se escucha a lo lejos. De repente, aparece el espíritu y Hamlet asombrado y sin aliento ora: "'¡Ángeles, nuncios de piedad, amparo!'" El joven Príncipe le ruega al fantasma que le revele que asunto le roba la paz al alma de su padre. El fantasma le hace una señal al Príncipe Hamlet para que lo siga. Hamlet obedece, a pesar de las suplicas temerosas de Horacio y de la inútil templanza de Marcelo.
El atormentado espíritu del Rey Hamlet revela que un oculto delito de cruel asesinato lo condena a vagar por la tierra y arder en el infierno. Engañada por una mentira, Dinamarca cree que una serpiente venenosa picó fatalmente al Rey Hamlet cuando él dormía en su huerto. Sin embargo, el espíritu le dice a Hamlet: "'La serpiente que mordió a tu padre, hoy ciñe su corona'". El Rey Hamlet fue en realidad asesinado por su hermano Claudio, quien derramó una ampolla de licor venenoso en el oído del dormitante Rey. Claudio robó la corona del Rey Hamlet, su reina, y lo peor de todo, la paz a su alma. Asesinado sin tener la posibilidad de una confesión, el Rey Hamlet murió sin poder desahogar su conciencia. Él debe ahora pagar por sus pecados terrenales no purgados ardiendo
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