Ensayo de la Condición Humana y la Ética
Enviado por karennAxenrot • 22 de Febrero de 2016 • Ensayo • 732 Palabras (3 Páginas) • 739 Visitas
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UNIVERSIDAD DEL VALLLE DE MÉXICO
Psicología.
SEXTO CUATRIMESTRE
Ética en la Psicología.
“Ensayo de la Condición Humana y la Ética”
Alumno:
ANA KAREN RAMÍREZ HUERTA
Profesor(a): Cecilia Fernández
FECHA: 21.08.15
“El bien de la humanidad debe consistir en que cada uno goce al máximo de la felicidad que pueda, sin disminuir la felicidad de los demás.”
aldous huxley.
Desde que la humanidad comenzó a ser humanidad con la aparición del hombre, éste se ha visto en la necesidad de luchar para conseguir los recursos primarios para sobrevivir, la comida en primer lugar y la lucha de territorio, manifestándose en guerras, tribus, etc. Sin embargo, el ser humano al igual que los animales, necesita permanecer en grupo, acompañados, por el simple hecho de ser un ser social. Así fue cuando se va relacionando con el otro, formando los génesis de la ética del individuo, con la primera instancia, llamada “familia”, núcleo de la formación de un ser social, individuo consciente y pensante. Cabe mencionar que este núcleo es donde comienza la enseñanza de valores, principios y un sistema de educación en el cual, nos enseñan a convivir con el otro. Sin embargo, no siempre es así, ya que existen individuos que no reciben una educación basada en la ética, individuos que son dominados por lo que domina al mundo, por el dinero o la religión. ¿pero quien creo estos dos? El ser humano sin duda alguno, para crear un control de ellos mismos. Ambos siempre limitando al ser pensante, dominando su condición humana, y volviéndolos primitivos. ¿Por qué? Porque el ser humano tiene la capacidad de ser majestuoso, tiene cerebro, capacidad de razonar, de pensar, de amar, de armar y desarmar un objeto, de crear, pero lamentablemente todo lo que crea lo destruye, comenzando por ellos mismos. Es hay en donde queda en duda la capacidad de raciocinio de este.
«Señor, Tú me sondeas y me conoces:
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos percibes mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares;
no ha llegado la palabra a mi lengua
y ya, Señor, te la sabes toda» (Sal 139, 1-4).
El ser humano como individuo ha manifestado la sumisión de su conducta por la religión, haciéndose participe de innumerables carencias emocionales y espirituales, por la misma represión que la sociedad creo por medio de una ética para que esta misma no se saliera de control.
«No es por azar que los pensadores de hoy hablan más habitualmente de la condición del hombre que de su naturaleza. Por condición entienden con más o menos claridad el conjunto de los límites a priori que esbozan su situación fundamental en el universo» [1]
Como ya lo había mencionado anteriormente, hay dos grandes vertientes de las cuales el hombre gira alrededor, el dinero y la religión. Siempre el deseo de poder, el deseo de ser superior a otros, sin respetar su misma naturaleza y creyéndose dueño de esta.
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