Ensayo sobre Critón o el deber del ciudadano (1998) de Platón y Sobre la desobediencia civil

Ensayo sobre Critón o el deber del ciudadano (1998) de Platón y Sobre la desobediencia civil

En el texto Critón o el deber del ciudadano (1998) de Platón y Sobre la desobediencia civil (1998) de Henry David Thoreau se encuentran semejanzas y diferencias sobre el tema de la justicia, inicialmente en el texto de Platón, Sócrates fue acusado en el año 399 a.C. de despreciar a los dioses del Estado e introducir nuevas creencias y de corromper la moral de la juventud, alejándola de los principios de la democracia.

En su estadía en la cárcel, unos días antes de que llegara la nave de Delos, éste sostiene una conversación con su amigo Critón que llegó a ofrecerle una oportunidad para escapar del destino que le tenía el Estado ateniense, la muerte. Sin embargo, Sócrates no acepta las opciones de Critón ya que no estaba dispuesto a huir y a desobedecer las leyes de su Estado, él pensaba que “Vivir bien no es otra cosa que vivir como lo reclaman la probidad y la justicia” (1998, p.43) y si para el estado, lo que estaban haciendo con él era justo, no iba a desobedecer, Sócrates le decía a Critón que “es preciso morir aquí o sufrir cuantos males vengan antes que obrar injustamente” (1998, p.43).

La ley ateniense acordó con Sócrates que se sometería al juicio de la república, por lo tanto al escuchar la propuesta de Critón, Sócrates respondió que “bajo ninguna circunstancia es permitido ser injusto ni volver injusticia por justicia” (1998, p.44) además, como podía desobedecer a la ley ateniense si a ella le debía la vida, gracias a ella se pudo educar él y pudo educar a sus hijos. Por lo tanto, se puede en este texto que Sócrates no puede ir contra sus principios al desobedecer a su patria, ya que si lo haría esta los declararía injustos porque “no obedecen a quien los ha hecho nacer, porque desprecian a quien los ha alimentado y porque están obligados a obedecerla” (1998, p.46) y Sócrates no está de acuerdo con la injusticia. Además, Sócrates plantea que si llega a morir, moriría víctima de injusticia y no de vergüenza al haber huido y convertido injusticia por injusticia, al dañar no sólo a las leyes sino a todas esas personas que no esperaban eso de él.

En segundo lugar, el texto Sobre la desobediencia civil (1998) de Henry David Thoreau tiene diferencias con el texto de Platón en el tema de la Justicia ya que Thoreau hace una crítica al gobierno americano y considera que “la mayoría de los gobiernos suelen ser inútiles, y alguna vez, todos, sin excepción, inconvenientes” (1998, p.23) a diferencia de Sócrates el cual considera que así sea injusto lo que el Gobierno haga, es más injusto aún desobedecer o incumplir lo que él decida, Thoreau está de acuerdo con la revolución y con que los ciudadanos vayan en contra de un gobierno que abusa, no educa, es perverso e injusto.

Por otro lado, en el tema de las leyes el autor plantea que “la ley nunca hizo que los hombres fueran un ápice más justos; y mediante el respeto hacia ella, hasta los bien dispuestos se convierten diariamente en los agentes de la injusticia” (1998, p. 27) todo lo contrario al pensamiento de Sócrates, ya que para éste ser justo con el estado era cumplir las leyes que implementaba y estar bien dispuesto a éstas lo convertía en agente de la justicia, no de la injusticia.

Thoreau dice que “ni por un instante puede reconocer a esa organización política como a mi gobierno, que es el gobierno de los esclavos también” (1998, p.29) en cambio Sócrates si considera al Estado ateniense como su gobierno y le agradece por permitirle nacer y educarlo. Además, como pudimos ver Sócrates no estaba de acuerdo con huir y resistirse al gobierno, por otro lado Thoreau considera que “Todos los hombres reconocen el derecho a la revolución; es decir, el derecho a rechazar la adhesión y a resistirse al gobierno”  él lo considera un derecho, Sócrates por su parte lo considera injusto.

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