Ensayo sobre la vida después de la muerte

LA VIDA DESPUES DE UNA MUERTE

Lo que importa no es lo que la vida te hace, sino lo que tú haces con lo que la vida te hace. EDGAR JACKSON

Toda persona en el mundo ha experimentado esta situación, es imposible imaginar la posibilidad de que pueda existir alguien, que no sepa lo que es la muerte; Ese amargo y doloroso momento, que se experimenta  al perder a  alguien, un padre, una madre, un hermano, un hijo, un amigo, o simplemente haber conocido a esa persona que se ha ido.

La muerte siempre que llega causa un gran impacto, hay personas que se preparan para recibirla, existen otras que ni si quiera imaginaban llegaría. Aunque todos conocemos que la vida es un ciclo; nacer, crecer pasar por la niñez, juventud, madurez, la vejes y morir, no tenemos la cultura por hacerle referencia de alguna manera sobre idealizarnos a la muerte, y a que todos la pasaremos como cualquier otra de las etapas del ciclo de la vida. Al contrario le tememos, no hablamos de ella, queremos evitarla, olvidarla, lo cual es imposible, porque ella siempre estará presente; la muerte siempre estará presente en la vida.

Es la manera que tiene el mundo de regenerarse, renovarse  la muerte es necesaria, el imaginar cómo sería el tener que vivir por siempre;  sería como estar en una hermosa cárcel, llegaría el punto en el que anhelaríamos morir, para dejar esos cuerpos avejentados y cansados de vivir. Nos cansaríamos de tanto vivir.

Ahora bien si la muerte nos es aterradora, lo que pasa después de ella es a un peor, todo lo que deja a su paso, se vuelve un futuro incierto, un mar de sentimientos y emociones que muchas veces nos rebasan y nos llegan a arrastrar a pozos oscuros y amargos, donde perdemos toda esperanza en nuestra vida, a causa de la vida que hemos perdido de ese otro ser. La sociedad hoy en día le llama depresión a estar envueltos  en esa situación.

La depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.                                                                                         OMS

Y así es como surge un nuevo campo de estudio y trabajo para la psicología, para tratar de ayudar a todas aquellas personas, que se encuentran sumergidos en esos pozos de tristeza y amargura, se han desarrollado distintas practicas una muy común es  la terapia para ayudar con el duelo; que es el proceso de adaptación emocional que sigue a cualquier pérdida en este caso por la muerte de una persona.

Realmente el duelo siempre ha estado presente es algo que se presenta de manera natural, siempre ha habido un proceso de adaptación a  ese cambio doloroso a nuestra vida, pero hoy con las nuevas corrientes psicológicas se le ha dado un nombre en específico y se han determinado hasta las fases que lo comprenden. Todos los procesos de duelo son distintos para cada persona, hay a  quienes le son más llevaderos y no tan difíciles pero para otras personas son una etapa realmente difícil de llevar y tardan mucho tiempo en superarlos esto puede ser desde meses a años.

En un duelo existen factores que le influyen y pueden ayudar a los psicólogos a entender porque la persona lo está viviendo de tal manera, porque le está resultando tan difícil sobre llevarlo estos son: el cómo fue la muerte de ese ser querido, por que no es lo mismo una muerte ya esperada por enfermedad a una repentina y dentro de la repentina no es lo mismo por algún para cardiaco a un accidente automovilístico, o una muerte violenta; el cómo responde a las adversidades, si sufre seguido ansiedad, o depresión; como era mi relación con la persona fallecida, esta para mi tiene el mayor peso ya que el hecho de haber llevado quizás una relación muy estrecha con la persona lo que significaba para ti puede dar la pauta de que tanto te importara o sufrirás por su perdida; a quién se ha perdido no se experimenta el mismo duelo al perder a tus padres ancianos, que la muerte de un hijo repentinamente; y el vivir al mismo tiempo una etapa de la vida difícil, tener presentes otras pérdidas o problemas.

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