Este capítulo nos habla sobre el conocimiento, la voluntad, y la libertad
Enviado por alfredomp10 • 18 de Febrero de 2015 • 2.139 Palabras (9 Páginas) • 230 Visitas
Resumen:
Este capítulo nos habla sobre el conocimiento, la voluntad, y la libertad.
Los seres humanos no somos capaces de saberlo todo, por lo que debemos elegir y aceptar con humildad lo mucho que ignoramos. Por el contrario hay cosas que debemos saberlas para sobrevivir; como por ejemplo: saltar de un sexto piso no es bueno para salud y atenta con nuestra vida.
Entre todos los saberes posibles, existe al menos uno imprescindible: el de que ciertas cosas nos convienen y otras no. Saber lo que nos conviene es decir: distinguir entre lo bueno y lo malo, es un conocimiento que todos intentamos adquirir.
Podemos los seres humanos inventar y elegir a nuestra voluntad, en parte nuestra forma de vida, podemos optar, equivocarnos, etc., a pesar de nuestra programación biológica y cultural. El arte de vivir es lo que llamamos ética. El poder optar, es la principal diferencia que tenemos con otras especies que se encuentran programadas naturalmente para sus vidas. Por esto podemos decir que somos seres libres, no estamos obligados a hacer una sola cosa.
La libertad no es una filosofía, sino, es un movimiento de la conciencia que nos lleva en ciertos momentos, a pronunciar sí o no.
Análisis
Éste capítulo nos deja en claro, que todos tenemos la libertad de opción, de elegir y de seguir ampliando nuestro conocimiento día a día, construyendo nuestras propias vidas. Por esto cuanto más capacidad de decisión y acción tengamos mayores resultados tendremos de nuestra libertad.
También esto depende de nuestra cultura, educación, tradiciones, hábitos y formas de comportamientos, qué es bueno y qué es malo para cada persona. Esto nos hace seres únicos, individuales.
Es esencial para nosotros como futuros enfermeros, reconocer lo anterior, que cada uno es único y libre para tomar sus propias decisiones. Estaremos expuestos cada día frente a situaciones donde tendremos que optar, o decidir, qué es lo mejor o más adecuado para nosotros, como también para nuestros pacientes, familia, comunidad y equipo de salud, con una mirada holística en cada uno de ellos.
Capítulo Segundo
Órdenes, costumbres y caprichos
Resumen
El autor, en este capítulo nos explica que generalmente al momento de elegir, optamos por lo que preferimos, pero en ocasiones (cuando no escogemos el contexto de la elección) estamos obligados a decidir por algo que se nos impuso, es decir, elegir lo más conveniente. Somos libres de decidir la opción, pero a veces, no la circunstancia impuesta. Nuestras acciones diarias se vuelven automáticas, porque no le damos vuelta a lo que nos conviene o no, muchos de estos actos se vuelven instintivos y resulta más cómodo y eficaz que plantearse un problema. Y para llevar a cabo estos actos tenemos motivos (la razón para hacer lo que hago). Existen los motivos por órdenes u obligación, cuando nos mandan a hacer algo, condicionado al miedo a la represalia si no se obedece. Los motivos por costumbre, cuando repito o hago el mismo acto por hábito sin pensarlo, éstos se notan en la comodidad de la rutina diaria y en no contrariar al resto que hace lo mismo y por último, los motivos por caprichos, cuando lo hacemos porque nos da la gana, éstos son propios y sólo dependen de uno mismo, por lo que nos hacen sentir más libres.
Análisis
Lo esencial de este capítulo, es el dilema que se da entre lo que queremos hacer y lo que debemos hacer, y el que tan libres somos para tomar esa decisión. Dentro de esto mismo, también se analiza a qué están condicionadas nuestras decisiones o las opciones que nos da la situación, que por lo general, no son elegidas por nosotros. Cuando hablamos de hacer, es decir, ejecutar acciones o tomar decisiones, es fundamental mencionar los motivos que tenemos. Cuando son órdenes, vienen de otra persona, las seguimos porque las sentimos una obligación frente a la persona que dio la orden. También pueden ser costumbres, las que hacemos por cotidianidad y rutina, en esto las órdenes y costumbres son similares, en que ambas son externas a uno. Por otro lado, están los caprichos, los que son espontáneamente de uno mismo. Estas explicaciones nos hacen pensar, que nos hemos convertido en seres mecánicos, que hacemos las cosas sin reflexionar o analizar, porque ya hemos aprendido una forma de hacer las cosas que ha dado resultado previamente, por lo cual todas estas elecciones se limitan a estos tres motivos.
Capítulo Tercero
“Haz lo que quieras”
Resumen
Si bien todo lo que hacemos es movido por que nos mandan, por costumbre o por beneficio, al momento de tomar enserio las decisiones, estas razones pierden importancia. Esto tiene que ver con la Libertad, que es la capacidad de decir si o no. “Libertad es decidir, y darte cuenta de que estas decidiendo. Es lo más opuesto a dejarse llevar”, ya que al pensar en la decisión tomada es cuando cuestionamos sus motivos.
La palabra moral, etimológicamente tiene que ver con las costumbres, pues eso precisamente es lo que significa la voz latina y también con las órdenes, pues la mayoría de los preceptos morales se relacionan con el “debes” y “no debes”. Moral es lo que consideramos válido, ética es el porqué lo consideramos así. En este contexto, bueno se entiende por lo que conviene y malo no indica más que docilidad, o no causar problemas. Sin embargo, no es sencillo decir cuando un ser humano es bueno, porque no hay un único reglamento para ser buen humano ni el hombre es instrumento para conseguir nada. Uno es bueno a su modo y depende de las intenciones que muevan a cada uno.
Análisis
El primer concepto importante del capítulo, es la libertad. Al indicar que es una herramienta de toma de decisión, se asocia inmediatamente al análisis que nos lleva a la toma de éstas decisiones. Entonces, la libertad se relaciona inmediatamente con el segundo grupo de conceptos: bueno/malo.
Es cuando hacemos esta asociación de palabras, que surge el razonamiento de qué es el bien y el mal; o, dicho de otra manera, como entendemos el concepto de hacer el bien o mal. Al ser antónimos, estos términos nos indican una polarización casi extrema. Sin embargo, el ser humano es complejo, lleno de matices, cuyas acciones no van dirigidas solo a una función específica y universal para todos. Por esto, lo que es bueno para mí según
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