Esterilizaciones forzadas en el gobierno de Fujimori

Esterilizaciones forzadas identificadas como un problema ético. Según Giusti, la ética va en referencia a la experiencia de mesura en la convivencia humana y conciencia de los límites que no se deberían pasar para que la convivencia sea posible. Esto es, en su forma más simple, la libertad de poder desenvolverse de la mejor manera sin perjudicar al otro. Una vez que las acciones de un individuo causan daño, deja de ser un comportamiento ético y pasa a ser un problema ético. De esta manera, la ética conlleva el rechazo al daño, el problema identificado: Esterilizaciones forzadas, causan indignación y provocan el surgimiento de voces de protesta a favor de las víctimas por el maltrato que recibieron por parte del gobierno, en su forma más general, y por parte de los mismo médicos, en su forma más específica. Las mujeres en aquellos años, entre 1995 al 2001 en el gobierno de Alberto Fujimori, eran inducidas con engaños, amenazadas por las autoridades de diferentes maneras, obligadas e incluso coaccionadas socialmente para aceptar realizarse dicho procedimiento. Además, según las investigaciones hasta la actualidad, existió un 10% de mujeres que realizaron la operación de ligaduras de las tropas de Falopio de forma “voluntaria”, no obstante han surgido testimonios y evidencias que la realidad fue otra. Autoridades ofrecían incentivos económicos a las parejas para que estos firmaran autorizaciones y se proceda bajo la modalidad “voluntaria”.

Entonces, se puede concluir que sí existió un problema ético porque muchas de las mujeres eran operadas en contra de su voluntad. Se les causó daños tanto físicos, pues algunas de ellas murieron a causa de negligencias médicas y otras quedaron con serias complicaciones, como psicológicos, pues el hecho de procrear y tener derecho sobre su propia planificación familiar es algo que cada uno debe tener libertad de decidir, además de todo ellos, las mujeres en algunos casos fueron marginadas por sus parejas y denominadas (cruel e injustificadamente) como inservibles.

Según Charles Taylor, la identidad esta íntimamente ligada al reconocimiento. La identidad en sí misma es un proyecto siempre inconcluso, es decir, nunca está acabada. Esta misma conlleva una coherencia entre la existencia autónoma (valerse por sí mismo) y el sentido de pertenencia al mundo social. Asimismo, se puede afirmar que la identidad se logra sobre la base del ejercicio de la autorreflexión pero también se gesta en virtud de los otros, que los demás reconozcan la identidad de un individuo. El reconocimiento es tomado como la vinculación y aceptación de pertenencia. Entonces, la identidad y reconocimiento comienza con el encuentro con los demás, esto trae consigo una responsabilidad de nosotros con los otros. Se define la identidad en dialogo con las cosas que los significantes de cada uno desean ver en cada individuo.

El reconocimiento igualitario es parte esencial para una democracia. En el caso en estudio, no se puede afirmar que existió un reconocimiento igualitario. Las esterilizaciones forzadas fueron dirigidas a personas principalmente de la sierra y de bajos recursos. Se pretendía así disminuir la tasa de pobreza en el país. El estado no dejo que las mujeres y hombres (vasectomía) no pudieran ejercer su autonomía y elegir por si solos su planificación

...