Estética Fenomenologica

A pesar de esta realidad historiográfica, las reseñas estetológicas están abiertas a crítica. Por ejemplo, el criterio de la necesidad de un juicio estético elaborado como vía hacia la construcción de la moralidad completa humana que ya comienza con Kant y se desarrolla en Schiller hasta hoy, con figuras como Herbert Read. Se basa, supuestamente, en la importancia del sentimiento y la experiencia sensible en la constitución de juicios tanto éticos como estéticos. Sin embargo, apelando a una especialización de tal facultad del entendimiento, y a unos cuantos ejemplos que la justifican, podemos asegurar que no hay una conexión necesaria entre un elaborado gusto estético y una razón moral superior, tanto hablando de artistas "inmorales" como de intelectuales patosos.

Aquí se da, pues, un principio disociativo entre experiencia ética y experiencia estética, una «desconexión trascendental». La sensibilidad moral se produce gracias a una empatía/endopatía (Einfühlung) ética, basada en la comunicación intersubjetiva y en nuestra posibilidad de alteridad, el "poder-ser-otro", una empatía más racional (con una base, empero, claramente emotiva) e interpretativa de emociones y juicios ajenos que otra cosa. Es decir, se fundamenta en una conexión trascendental entre sujetos. Sin embargo, la sensibilidad estética, el gusto, debe su realidad a una empatía/endopatía estética, que es en su raíz una conexión trascendental entre un sujeto y un objeto puramente físico que, como mucho, está espiritualizado; entre un yo subjetivo y una materia trascendente. La diferencia entre la naturaleza de estas dos conexiones se podría establecer conceptualmente entre una imaginación espiritual (ética) y una imaginación material (estética).

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