Etica Profesional
Enviado por Yulty21 • 24 de Enero de 2014 • 1.731 Palabras (7 Páginas) • 286 Visitas
La diferencia entre un profesional y un profesionista es que, el primero ejerce con conocimiento alguna actividad, no necesariamente certificada, mientras que el segundo ejerce una actividad certificada y adopta su profesión como forma de vida. Es importante señalar que la palabra "profesionista" es originaria de México y en otros países de habla hispana la palabra "profesional" puede tener ambos sentidos. Aclarando esto pasemos a saber que es la moral y la ética.
Muchas personas consideran como sinónimos a estos términos, debido a que sus orígenes etimológicos son similares. Sin embargo, en el ámbito de la filosofía se considera a la ética como la disciplina filosófica que estudia a la moral. Es decir, el uso que le ha dado la gente ha convertido a la moral en el objeto de estudio de la ética. De ahí que podemos decir que una ética propuesta es el conjunto de normas sugeridas por un filósofo, o proveniente de la religión, en tanto que la moral vendría a designar el grado de acatamiento que los individuos dispensan a las normas imperantes en el grupo social. Por otro lado la moral se basa en los valores que la conciencia nos dicta, a su vez, basado en costumbres aprendidas, por lo tanto, la moral no es absoluta o universal, ya que su vigencia depende de las costumbres de una región, de la misma manera que la ética tampoco tiene una validez absoluta al ser ambas imperativos categóricos.
En la ética profesional vemos que hay varios aspectos impotentes a tomar en cuenta: la formación profesional, la cual se determina por lo que nosotros vamos aprendiendo durante toda nuestra vida en la sociedad y que nos va forjando; el carácter profesional el cual nos moldea en nuestra profesión y nos va a dar la diferencia entre la perfección y la mediocridad; la vocación la cual es como las destrezas y/o habilidades que la persona tiene hacia determinada profesión; la orientación profesional es la más importante ya que el problema en muchos casos no sería la vocación sino la orientación que la persona ha tenido para escoger adecuadamente su profesión. La responsabilidad y libertad es cuando nosotros mismo somos conscientes de nuestros actos y podemos tomar decisiones concretas, La libertad nos lleva a la responsabilidad de elección, acto voluntario, como liberación frente a algo, como realización de una necesidad. El profesional al ejercer su profesión además de contar con los conocimientos necesarios de su campo, debe contar con valores morales y éticos que tendrán como finalidad fundamental buscar y tratar de garantizar el bien común. Para ello, deberá poner en juego no sólo su inteligencia, sino también su voluntad. Deberá comprender que su responsabilidad en la consecución del bien común es mucho mayor que la del ciudadano común y corriente, ya que cuenta con el conocimiento que ha recibido a través de su formación que lo compromete, por ser además depositario de la confianza de la sociedad, la misma que espera del profesional, no sólo los servicios para los cuales lo formó, sino que se convierta en la vanguardia de la cultura, espera un compromiso de carácter moral´.
De lo anterior se desprende que el profesional debe tener una capacidad moral que es su valor como persona, lo cual da dignidad, seriedad y nobleza a su trabajo. La capacidad moral es la trascendentalidad del profesional; esto es, su aptitud para abarcar y traspasar su esfera profesional en un horizonte mucho más amplio, que le hace valer como persona fuera y dentro de su trabajo. Es decir, el profesional además debe formarse en sentido ético, o sea, desarrollar aquellos valores que le permitan ejercer su profesión dignamente para llegar a ser una persona íntegra. ¿Cuáles son estos valores?, reflexionar sobre la moral del quehacer profesional lleva a hablar de la ética profesional.
Podemos entender como ética profesional el estudio de los valores inherente al ejercicio de una profesión y que emanan de las relaciones que se establecen entre el profesionista y la sociedad.
Cuando pensamos en nuestra vida profesional surgen con frecuencia algunas preguntas que nos hacen reflexionar, tales como: ¿De qué manera se tiene éxito profesional?, ¿Cómo se logra el éxito económico y social?, ¿De qué manera podemos conjugar los éxitos personales sin comprometer la conciencia y dignidad humanas?, ¿Qué valores rigen mis acciones?, etc.
Las respuestas han llevado al hombre a reflexionar sobre los derechos y obligaciones derivadas del ejercicio de la profesión.
Los valores indispensables para un ejercicio ético de la profesión se pueden entender como la voluntad de dar a cada uno lo suyo. El deber de justicia del profesional se contrae desde el momento de recibir el título profesional, que así se convierte en un contrato entre el profesional y diversas instancias como el poder público, el profesional, la universidad y la clientela. Se habla de un profesional justo cuando busca en su ejercicio la equidad entre sus derechos y sus obligaciones, o cuando no hace distinción en la calidad del servicio que ofrece a quienes lo demandan.
Si la sociedad reconoce al profesional como una persona capacitada en la solución de problemas específicos,
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