Etica Voluntad O Imposicion

¿VOLUNTAD O IMPOSICIÓN?

Sería poco viable optar por la imposición de la ética platónica, aun reconociendo que cada persona es un mundo distinto e increíblemente extenso, ese quizás sea el comienzo para evocar una purificación personal, para ser una persona virtuosa.

Así, la virtud consiste precisamente en el justo medio entre los dos excesos, es decir, lo que para mí es justo, ni demasiado ni muy poco; el justo medio cuantitativamente es algo intermedio, pero a la vez, por su cualidad constituye un extremo. Por tanto, hay una inversión: lo virtuoso que se ha definido como un medio aparece ahora como un extremo, como lo más elevado.

La virtud ética está íntimamente ligada a la recta razón, pues ella señala el defecto y el exceso que se ha de evitar, para alcanzar el justo medio. A su vez, la recta razón se adquiere por la prudencia, cuyo criterio o norma viene a coincidir con el juicio de sensatez.

Por otra parte, la felicidad es la actividad de la parte superior del alma racional; pero a la vez en las virtudes humanas, tanto éticas como intelectuales está presente también la razón. Sin embargo, la ética debe entenderse como un intento consciente de superar el intelectualismo de sus predecesores, y aunque no llegara a expresar con toda precisión una teoría de la voluntad, tal doctrina no está sin embargo ausente.

Aunque, el acto humano virtuoso comprende solo aquellas acciones que son buenas desde el punto de vista ético, entonces la voluntad, que se da por el entendimiento, es guiada por el bien. Mi voluntad se estaría dando porque yo comprendo la situación por la que se está pasando

Además, depende de la visión de cada persona, ya que alguna actitud que para mí es buena, para otra persona puede ser mala. Se percibe una especie de círculo vicioso, pues para ser bueno debo querer fines buenos, pero no podré querer tales fines si no soy ya bueno. Sin embargo, tal circulo no existe si se tiene en cuenta que si bien la bondad del carácter y la voluntad buena no son independientes, es el hombre quien poco a poco debe cimentarlas mediante sus actuaciones libres y concretas, en las que interviene tanto la razón como la voluntad, la deliberación y la elección.

Por lo anterior, concluyo que aplicar la ética platónica en mi vida sería eficiente pero ser un biólogo va más allá de lo que nos puede ofrecer la ética y moral, solo quedaría implementar el equilibrio perfecto entre la razón y la pasión, ya que nuestro pensamiento y nuestro cuerpo es la fusión máxima evolutiva para la satisfacción de impulsos y la realización del éxito siendo sabios, fuertes y moderados.

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