Eudeumonismo

“Eudemonismo”

El eudemonismo (la felicidad) es un tema muy importante y creo que es el más importante de nuestra existencia, es un tema que he escogido para hablar sobre ello, dar mi opinión, expresiones y obtener reflexiones.

El Eudemonismo es una corriente ética que justifica todo aquello que una persona realice si el objetivo es alcanzar la felicidad y por tanto si aquello que hacemos nos sirve para lograrlo.

En este tema cabe destacar a Aristóteles, pues este personaje fue el primero que menciono y sostuvo que la felicidad es el más alto de los bienes y que todos los humanos aspiramos a ella.

Ahora bien según Aristóteles, el hombre alcanza la felicidad con riquezas, asi por ejemplo en una sociedad en la que domina la apropiación privada y en la que el hombre vale, ante todo, no por lo que es, sino por lo que tiene, la felicidad se cifra en la posesión de bienes materiales o sea el dinero. (pág. 133)

Mi opinión sobre el pensamiento de Aristóteles es que no estoy de acuerdo que las riquezas sean la total felicidad porque podemos tener las riquezas, pero no una buena salud para disfrutar de ellas y eso ya te hace ser una persona infeliz, pero claro que también te hace feliz tener riquezas porque una buena economía te ayuda a vivir cómodamente pero estoy en lo dicho, que no solo eso es la felicidad.

En mi parecer la felicidad se puede sentir y palpar en diferentes circunstancias, una de ellas es el estado de ánimo que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada. Tal estado crea paz interior, al mismo tiempo que estimula a conquistar nuevas metas. Es definida como una condición interna de satisfacción y alegría.

Podemos sentir la felicidad en muchas de nuestras acciones, como el poder ayudar a los demás en ciertas circunstancias eso te hace sentir bien, el poder aportar algo de ti, para que llene sus expectativas, o concluya un anhelo y alcance sus metas, esto puede ser económico, moral o laboralmente. Pero es evidente que la felicidad necesita también de los bienes exteriores pues es imposible o nos es fácil hacer el bien cuando no se cuenta con recursos.

Casi todo ser humano quiere por encima de todo alcanzar la felicidad, pero realmente pocos la consiguen. Da la impresión de que la felicidad no es de este mundo, como si fuera algo fugaz que circula a nuestro alrededor, pero que nunca llegará a invadirnos interiormente.

En efecto, hoy vemos con más claridad que nunca, que la felicidad no puede desligarse de la existencia de ciertas condiciones sociales que la acercan o la alejan para amplios sectores de la sociedad. Los hombres no pueden ser verdaderamente felices en la miseria, la explotación, la falta de libertad de discriminación racial etc!.

Los individuos como tales pueden encontrar grandes obstáculos en el logro de su felicidad, que no pueden desaparecer ni siquiera en las condiciones sociales más favorables. Tales son por ejemplo los obstáculos a su felicidad que surgen como fracasos en el amor, en el ejercicio o en el cumplimiento de nuestra vocación. (pág. 132)

Respecto a lo anterior veo que en cierta forma hay veracidad en que los hombres no pueden ser verdaderamente felices en la miseria, explotación o la falta de libertad porque se sienten frustrados al no poder llevar a cabo sus anhelos.

Ante estas situaciones se reflejan actitudes de ellos depresivas, cabe mencionar que muchos de los hombres

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