Eutanasia

La eutanasia, en términos generales, significa “buen morir”. Existen varias clasificaciones de eutanasia pero no entrare en detalles con estas clasificaciones. Lo central de este ensayo es cuestionar desde el punto de vista ético si la eutanasia es buena o mala. Casi siempre se tratan de pacientes terminales o personas de edad muy avanzada.

Al pensar en la palabra eutanasia se está dando a entender en acabar con la vida de alguien más, ya sea por decisión propia, sugerencia médica o petición de algún familiar que ya no quiere ver a su ser querido en esas condiciones. ¿Pero es ético jugar a ser Dios? El tema de la eutanasia es muy controversial alrededor del mundo, ya que es muy cuestionado si es adecuado que una persona termine con la vida de alguien más, aunque sea por una buena razón.

Para conocer un poco más sobre la eutanasia es importante adentrarnos en su historia y raíces. La práctica de la eutanasia está ligada con el desarrollo de la medicina y la eutanasia siempre se ha planteado para aplicarla a enfermos terminales. Para los griegos la eutanasia no era un dilema con el que se quebraban la cabeza, para los griegos una mala vida no era digna de ser vivida, es por esto que no había ningún problema moral ni ético ante la eutanasia.

Durante la Edad Media con la llegada del cristianismo la eutanasia se consideró un pecado pues el hombre no podía quitarle la vida a otro. Dios daba la vida y es el único que podía quitarla.

Con el fin de la Edad Media, resurgen las ideas de la Antigüedad clásica y se vuelve a tomar en cuenta a la eutanasia como una alternativa médica, aunque todavía muy discutida.

Independientemente del conflicto moral o ético que surge al poner en práctica la eutanasia no se puede ignorar o dejar de lado el aspecto jurídico, social o sentimental.

Desde el punto de vista jurídico intervienen muchos factores en la toma de decisiones que influyen la eutanasia, tiene que quedar muy claro las leyes vigentes y los castigos y consecuencias de la aplicación de la eutanasia en un país o ciudad específicos. En Europa, sólo Holanda y Bélgica han legalizado la eutanasia, Suiza la tolera y en Luxemburgo está en proceso de legalización.

En muchos otros países europeos, como por ejemplo, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia, España o Portugal, aceptan la eutanasia directa pasiva. Está penalizada la eutanasia activa, pero autorizan una “ayuda para morir”, como la interrupción de tratamientos médicos en algunos casos, dejar de cuidar al paciente, o desconectar la máquina si el paciente enfermo da su consentimiento.

Pero existen muchos otros países en donde la eutanasia de cualquier tipo es un crimen y el código penal del estado lo clasifica como “homicidio”. Algunos de estos países son Grecia, Rumania, Polonia o Serbia, donde la eutanasia puede penarse hasta con siete años de prisión.

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