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Evolución de la economía venezolana


Enviado por   •  20 de Noviembre de 2012  •  Trabajo  •  4.821 Palabras (20 Páginas)  •  429 Visitas

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Introducción

La historia económica de Venezuela estuvo fuertemente influenciada por el cultivo y la comercialización de cacao durante el período colonial, y de café, durante el siglo XIX e inicios del siglo XX. Puede decirse que, gracias a la economía cacaotera y cafetalera, los venezolanos disfrutaron de algunos momentos de prosperidad, hasta que con la aparición del petróleo la economía venezolana comenzó a depender fundamentalmente de los hidrocarburos. Los productos vitales para sustentar el desarrollo de la hacienda, en lo que corresponde a los oficios bien conocidos por los indígenas, fueron la hechura de botijas, la agricultura y el arrieraje, que no siempre corría por cuenta de la población esclava, pues tanto ésta como la población indígena se destinaban a trabajos de lagaradas, vendimias y limpias, entre otros oficios. Cada hacienda tiene un caso particular: mientras las haciendas más grandes, presentan necesidad de mano de obra regular, a pesar de la esclava, las menores sólo tienen algunos casos sueltos. Seguidamente revisamos el descargo correspondiente en el período comprendido entre los años de 1767 a 1800, de siete haciendas seleccionadas para el presente estudio.

La mano de obra indígena: Los indios sometidos quedaron obligados a trabajar para los colonizadores, quienes los utilizaron primordialmente en Las Encomiendas y Las Misiones. Más tarde, la mano de obra negra fue incorporada al trabajo de la Colonia y se utilizó principalmente en las plantaciones de cacao. 

La economía

Es el estudio de cómo la gente en cada país o grupo de países utilizan o administran sus recursos limitados con el objeto de producir bienes y servicios y distribuirlos para su consumo entre los miembros de la sociedad de modo que satisfagan sus necesidades economía.

Evolución de la economía venezolana.

Primera etapa: Desde la post-independencia hasta 1902

El fin de la guerra de independencia trajo como consecuencias, entre otras, la ampliación de la dirigencia criolla. Dentro de la misma lograron insertarse algunos blancos, antes marginados y unos pocos pardos, antes excluidos, cuyos flamantes pergaminos probatorios de su ascenso social fueron obtenidos como premio de sus actuaciones en la milicia. Ganar vastas posesiones de tierras confería señorío a la gesta guerrera. José Antonio Páez y los hermanos Monagas fueron terrófagos, no salteadores de arcas. El período de los gobiernos liberales, sin contar el breve período de los gobiernos conservadores de Julián Castro y Páez (de 1858 a 1863), puede ser mejor comprendido si se distinguen en él dos momentos desde el punto de vista de la economía: el primero, de consolidación del latifundio y la guerra federal, entre 1848 y 1864, aproximadamente, el segundo, de modernización con deudas, que se extiende hasta 1928, en el cual se destacan los problemas relacionados con el financiamiento externo y el cobro compulsivo de la deuda.

Consolidación del latifundio

En el proceso de constitución de nuevos latifundios (1830 - 1858) hay una línea divisoria: el 10 de abril de 1848, cuando se aprobó la Ley sobre enajenación de Tierras Nacionales. En los catorce años anteriores la concentración de tierras había favorecido especialmente a los militares combatientes afortunados en la guerra de independencia.

Después de 1848, durante diez años, la gestión personalista de los Monagas y su precaria alianza con el Partido Liberal le sirvió para convertirse -ellos y sus fieles- en grandes latifundistas.

La aprobación de la Ley tenía dos objetivos principales: uno de orden fiscal y agrícola: aportar recursos al fisco con la venta de las tierras y favorecer el crecimiento agrícola; el segundo: aumentar el número de empresarios rurales. Ninguno de los objetivos se cumplió; no se benefició el erario porque, sorprendentemente, los remates no tenían como base un precio mínimo. Además los ingresos en efectivo fueron magros, ya que se podía cancelar la compra de las tierras con vales de la deuda pública que se cotizaban muy por debajo de su valor nominal. No se amplió el número de empresarios agrícolas porque la inmensa cantidad de tierras se repartió entre muy pocos beneficiarios, entre ellos íntimos colaboradores del régimen.

La economía durante el Guzmancismo (1870-1888)

Fue una etapa marcadamente pro-capitalista. Las casas comerciales tenían bajo control las operaciones de comercialización y distribución de todo lo que se importaba y exportaba. Eran la llave de la economía. Disponían de transporte marítimo propio para las ventas y las compras en el exterior. Además eran aseguradoras de los bienes que mercadeaban, y para completar el círculo -o el cerrojo- recibían depósitos y en su gestión de intermediación financiera otorgaban préstamos, en efectivo o en especie, con libertad para fijar las tasas de interés. Como garantía real, los agricultores hipotecaban sus cosechas o propiedades. Sin los préstamos de las casas comerciales, los productores agropecuarios no hubieran podido contar, en muchos casos, con el capital de trabajo suficiente y, una vez levantada la cosecha -en una agricultura orientada hacia afuera- no hubieran logrado negociarla, transportarla y colocarla en los mercados internacionales.

Economía de la época post-dictadura (1958-1998)

En 1961, con la aprobación de la Constitución Nacional, se acentúa la intervención del Estado en todas las áreas de la economía, se nacionalizó el hierro y el petróleo, se respeta la propiedad, es cierto, se alientan las inversiones privadas nacionales y extranjeras y se encuadra toda la actividad económica y comercial dentro de los preceptos del capitalismo pero con una profunda intervención del Estado, por medio de las leyes, y se consolida el Estado inversor y promotor: líneas aéreas, hoteles, transporte público, medios de comunicación, productoras agropecuarias y forestales son propiedad de la Nación.

Con la aprobación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el Estado se abroga el costo total de la educación, salud y servicios sociales como política nacional, lo que representa una gran carga fiscal para el erario público. Se afianza la inflación como algo típico de la economía venezolana. Se amenaza la empresa privada y la propiedad, “La propiedad privada no es sagrada”. El Estado incrementa su participación en todos los ámbitos del vivir nacional. Se afianza o institucionaliza el control cambiario. Se prioriza lo político sobre lo económico. Se acumulan altas reservas monetarias internacionales. Se estabiliza la Deuda Externa y se incrementa la Deuda Interna. Se obtienen altos precios del petróleo. Se formulan altos presupuestos fiscales. No hay sustitución de importaciones, al contrario, empresas transnacionales

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