Filosofar

Preguntarse por el origen, preguntarse por el principio, son preguntas filosóficas. Son preguntas que van paralelamente de la mano de tantas otras, tales como: ¿quién soy?; ¿de verdad tiene sentido la vida?; ¿hay vida después de la muerte? “Son preguntas que tienen su origen común en la necesidad de sentido que desde siempre acucia el corazon del hombre”[1].El fin que me propongo en esta monografía es intentar explicar el origen de la filosofía. Para ello acudo a los siguientes argumentos.

“La historia de la filosofia como pensar metodico tiene sus comienzos hace dos mil quinientos años, pero como pensar mítico mucho antes”[2] Con esta afirmación, me animo a preguntarme si es cierto que todos nuestros antepasados hayan hecho filosofía inconcientemente, y es evidente la respuesta. Hacían, pues, se preguntaban como todos nosotros, los modernos de hoy en dia, por las preguntas fundamentales, por las preguntales de las cuales ninguna persona, al menos, normal, no puede no hacerce en algun momento de su vida, que podria decirse que normalmente es cuando madura. Las preguntas de las cuales estoy hablando son las que presenté al principio de mi trabajo, y también, por ejemplo, ¿qué es el bien, qué es el mal?; ¿porqué tenemos que sufrir?; ¿existe Dios? Y así no poder terminar nunca porque estas preguntas son imposibles medir en cantidad.

Entonces, avanzamos un escalón, entramos en el ámbito de preguntarnos: ¿desde cuándo hay filosofía?; ¿Quién empezó con esta parte del ocio que hace a que el hombre sea feliz? “Hay que aclarar que comienzo no es lo mismo que origen. El comienzo es historico. Origen, en cambio, es la fuente de la que mana en todo el tiempo el impulso que mueve a filosofar”[3]

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