Filosofia De La Ciencia
Enviado por isabel3233 • 24 de Junio de 2015 • 2.578 Palabras (11 Páginas) • 237 Visitas
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FILOSOFÍA DE LA CIENCIA
FILOSOFÍA Y CIENCIA
Cuando decimos "filosofía y ciencia‖, el signo "y" puede significar la afirmación simultánea de
ambos términos, o bien una relación cualquiera entre ellos. Si queremos ser más precisos,debemos recurrir, no ya a una conjunción, sino a las preposiciones, por figurar éstas entre losequivalentes lingüísticos de las relaciones lógicas. Juguemos, pues, un rato con las preposiciones,como una de las maneras de averiguar el nombre más correcto de nuestra disciplina.Empecemos por "de". Si decimos "filosofía de la ciencia", damos a entender que se trata delexamen filosófico de la ciencia: de sus problemas, métodos, técnicas. Estructura lógica, resultadosgenerales, etc. Y así es: de todo esto se ocupa la epistemología; pero también de algo más.
Probemos ―en‖. Por "filosofía en la ciencia‖ o, más exactamente, "filosofía de la filosofía en la
ciencia" debiéramos entender, quizás, el estudio de las implicaciones filosóficas de la ciencia, elexamen de las categorías e hipótesis que intervienen en la investigación científica, o que emergenen la síntesis de sus resultados. Por ejemplo, las categorías de materia, espacio, tiempo,transformación, conexión, ley y causación; e hipótesis tales como "La na
turaleza es cognoscible‖ o
"Todos los sucesos son legales". De acuerdo: también de esto se ocupa la epistemología; y sinembargo no basta. ¿Qué nos dirá la expresión "filosofía desde la ciencia? Sugiere que se trata deuna filosofía que hace pie en la ciencia, que ha sustituido la especulación sin freno por lainvestigación guiada por el método científico, exigiendo que todo enunciado tenga sentido y que lamayoría de las aseveraciones sean verificables.Y ¿qué designa "filosofía con la ciencia"? Esta expresión sugiere
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ambiguamente
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que se tratade una filosofía que acompaña a la ciencia, que no se queda detrás de ella, que no especula sobreel ser y el tiempo al margen de las ciencias que se ocupan de los distintos tipos de ser y deacaecer: que es, en suma, una disciplina que no emplea conocimientos anacrónicos ni trata deforzar puertas ya abiertas. Examinemos, por último, la expresión "filosofía para la ciencia". Sugiereuna filosofía que no se limita a nutrirse de la ciencia, sino que aspira a serle útil, al señalar, por ejemplo, las diferencias que existen entre la definición y el dato, o entre la verdad de hecho y laproposición que es verdadera o falsa independientemente de los hechos: será ésta una filosofíaque no sólo escarbe los fundamentos de las ciencias para poner en descubierto las hipótesisfilosóficas que ellas admiten en un momento dado, sino que además aclare la estructura y funciónde los sistemas científicos, señalando relaciones y posibilidades inexploradas.Todo eso es, en efecto, la epistemología: filosofía de, en, desde, con y para la ciencia. Para ser equitativos con las cinco preposiciones, convengamos en no emplear ninguna de ellas, eligiendoen cambio un término único que posea todos esos significados. ¿Por qué no epistemología, que
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etimológicamente significa teoría de la ciencia? O ¿por qué no meta ciencia, que significa cienciade la ciencia? Cualquiera de estas denominaciones tiene la ventaja de que no reduce el ámbito dela disciplina en cuestión a un capítulo de la teoría del conocimiento, sino que permite abarcar todoslos aspectos que pueden presentarse en el examen de la ciencia: el lógico, el gnoseológico, yeventualmente el ontológico.Pero ¿no podríamos proseguir el juego con otras preposiciones, tales como "contra", "sobre" o
―bajo"? Es verdad, éstas sirven para caracterizar otras tantas relaciones posibles entre la filosofía y
la ciencia; pero veremos que no son adecuadas. En efecto, "filosofía contra la ciencia" es todafilosofía irracionalista o aquella que, sin serlo del todo, es enemiga del método científico. Aunque escasas y escuetas, hay, sin embargo, filosofías de la ciencia que niegan extensión y valor a la ciencia o la amputan radicalmente, y que además no encaran los problemas de la ciencia demanera científica o siquiera inteligible. Una epistemología que no sea parasitaria, sino que seesfuerce por ser útil a la ciencia, debe empezar por respetarla, aunque no necesariamente conservilismo, ya que la ciencia siempre puede aprender de la crítica filosófica fundada. Quien filosofacontra la ciencia o aun al margen de ella, imita a los escolásticos que rehusaban mirar por el
anteojo astronómico de Galileo. En cuanto a las preposiciones "sobre" y "bajo‖, al enlazar lostérminos 'filosofía" y ―ciencia" sirven para desi
gnar concepciones muy estrechas del lugar y de lafunción de la epistemología. Si decimos "filosofía sobre la ciencia", significamos una cienciasuperior en valor y poder a las ciencias particulares: una scientia rectrix con tales pretensiones derectoría que los científicos se burlan de ella y con razón, pues la investigación científica no toleraúcases. Por su parte la expresión "filosofía bajo la ciencia" sugiere la posición inversa, dedependencia unilateral de la filosofía respecto de la ciencia: es éste un error que los epistemólogosno cometen en los hechos, aunque a veces lo proclaman como la más excelsa de las virtudesepistemológicas. La filosofía de la ciencia no sólo comporta el examen de los supuestos filosóficosde la investigación científica, sino que tiene derecho a una elaboración creadora en un niveldiferente del científico aunque reposa sobre él: el nivel metacientífico. No hay pensador másentremetido que el epistemólogo: hoy señala una hipótesis filosófica oculta en un sistema teórico,mañana le discutirá al científico el derecho a usar cierta categoría en determinado contexto, ypasado mañana propondrá una teoría sobre determinada clase de conceptos o de operaciones dela ciencia. La epistemología no está por encima ni por debajo de la ciencia: está a la vez en la raíz,en los frutos y en el propio tronco del árbol de la ciencia. Es necesario distinguir los problemasmetacientíficos de los científicos, pero no hay por qué inventar un abismo que los separe: acaso noexista problema científico que no suscite problemas filosóficos, ni problema filosófico que puedaabordarse con esperanza de éxito si no es adoptando una actitud científica. Algunos filósofos carentes de formación científica son culpables de las filosofías de la ciencia queson anticientíficas o por lo menos acientíficas, del mismo modo que los científicos sin
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