Filosofos Importantes
Enviado por andrediaz • 29 de Julio de 2013 • 2.373 Palabras (10 Páginas) • 511 Visitas
PITAGORAS
Filósofo y Matemático Griego (582-500 a.c)
• Hacia 529 viajó al sur de Italia y fundó en Crotona la fraternidad pitagórica.
• Hacia el 530 a.C. se radica en Crotona, colonia griega al sur de Italia, allí funda un movimiento con propósitos políticos y filosóficos, conocido como pitagorismo.
• La filosofía de Pitágoras se conoce sólo a través de la obra de sus discípulos.
• La ética pitagórica se convirtió primero en una moral filosófica entre 490-430 a.C. con el deseo de crear una ley universal y absoluta incluyendo una orden de no matar ''criaturas vivas'', abstenerse de la ''desagradable matanza estridente'', en particular sacrificios de animales, y ''nunca comer carne'' - de ''El Festín de los herejes''. Creían en la inmortalidad y en la transmigración del alma.
• Los problemas morales revistieron gran importancia a lo largo del pitagorismo, y de un modo especial en Pitágoras hasta el punto de que algunos críticos, como Cobota y Burneo, han sostenido que la escuela creada por Pitágoras tuvo en un principio carácter estrictamente ético-religioso , y que únicamente después, con Filolao y Arquitas alcanzó su nivel filosófico-científico.
• Su preocupación soteriológica impulsa a Pitágoras a defender una teoría de la purificación del hombre que consistirá en una armonía del alma. Esta purificación se logra mediante una doble vía: una teórica y otra práctica. La primera consistirá en el perfeccionamiento de la inteligencia, gracias al saber (claramente se pone de manifiesto la vocación intelectualista del pueblo griego). El segundo camino se cifrará en una serie de normas de índole ritual: prohibición de comer carne, prohibición de comer habas, realización de ciertas abluciones, no usar tejidos de lana, etcétera. En muchas de estas normas se ha podido descubrir un evidente sentido mágico, como en una, muy curiosa, que ordenaba a los adeptos el estirar, al levantarse, las sábanas de la cama (mandato que parece estar ligado a principios derivados de la llamada magia homeopática).
PLATON.
• Nació en Atenas probablemente en el año 427 a.C.
• pertenecía a una familia noble y eran ilustres tanto los ascendientes de sus padres como los de su madre recibió la educación física intelectual de los jóvenes de su época;
• Poco después de la caída de los Treinta, tres delatores acusan a Sócrates de corromper a la juventud y de no creer en los dioses de la ciudad; condenado a muerte, rehúsa evadirse y bebe la cicuta en el 399.
• El filósofo compra un gimnasio y un parque situado en el noroeste de la ciudad y funda en ese lugar una escuela, la Academia. Se trata de la primera escuela de filosofía organizada como una universidad, con su estatuto, reglamento, alojamiento destinado a los estudiantes, sala de conferencias, museo, biblioteca, etc. De todos los rincones de Grecia y del mundo mediterráneo concurren alumnos a seguir los cursos de Platón. En ésta época, sin duda, escribe El Fedón, El Banquete, El Fredo, El Ion, El Menexeno, El Eutidemo, El Cratilo y comienza La Republica. Hacia el año 367 muere Dionisio I el Anciano, y su hijo primogénito, Dionisio II el joven, asciende al trono; tiene 30 años y carece de mayor experiencia en los negocios públicos. Dion llama inmediatamente a Platón haciéndole ver las perspectivas que se ofrecen para realizar reformas políticas mediante la aplicación de las ideas que le son caras. El filósofo acude y deja a Eudoxio la dirección de la Academia. Dionisio le acoge muy bien y parece mostrarse alumno dócil; sin embargo, muy pronto Dionisio ve en Dion y en el huésped. Destierra a Dion y poco después a Platón, a quien había retenido algún tiempo en condiciones de prisionero.
• El filósofo permaneció en Atenas y debió de morir allí alrededor del 347 a.C.. En este período final de su vida continuó al frente de la Academia y escribió el Timeo, el Critias y Las Leyes, que quedaron inconclusas.
• Si la justicia en la ciudad reside en que cada clase social haga lo que debe hacer, la justicia en el hombre residirá también en que cada parte del alma haga lo que debe. Ello implica que la vida buena para el hombre es una vida en la que se atiendan las necesidades "materiales" y "espirituales". Como vimos anteriormente la idea de que el hombre debe dar las espaldas a todo lo que signifique materia o tenga algo que ver con la corporeidad, defendida en el Fedón, no será mantenida en los diálogos posteriores, en los que el alma deja de ser considerada como una entidad simple y enfrentada al cuerpo, y pasa a ser considerada como una entidad en la que podemos distinguir tres partes diferenciadas que permiten explicar, entre otras cosas, los conflictos psicológicos de la vida del hombre, las distintas tendencias que configuran su naturaleza. El conocimiento y la satisfacción de las necesidades intelectuales deben ir acompañados de salud, moderación en el disfrute de los bienes materiales, etc., lo que pone de manifiesto hasta qué punto la idea de que Platón rechaza de un modo absoluto lo corporal es injustificada. En el Banquete, por ejemplo, podemos observar cómo a través del Eros Platón concibe el ascenso hacia las Ideas partiendo del amor a la belleza que observamos en las cosas sensibles, luego a la belleza en el ser humano, hasta alcanzar la contemplación de la Belleza en sí, que se identifica con el Bien del que nos habla en la República y que representaría el grado superior de conocimiento.
• El verdadero bien del hombre, la felicidad, habrá de alcanzarse mediante la práctica de la virtud. Pero ¿qué es la virtud?. Platón acepta fundamentalmente la identificación socrática entre virtud y conocimiento. La falta de virtud no supone una perversión de la naturaleza humana; por su propia naturaleza el hombre busca el bien para sí, pero si desconoce el bien puede tomar como bueno, erróneamente, cualquier cosa y, en consecuencia, actuar incorrectamente; la falta de virtud es equivalente, pues, a la ignorancia. Sólo quien conoce la Idea de Bien puede actuar correctamente, tanto en lo público como en lo privado, nos dice Platón en la República, al terminar la exposición y análisis del mito de la caverna. Cuando alguien elige una actuación que es manifiestamente mala lo hace, según Platón, creyendo que el tipo de conducta elegida es buena, ya que nadie opta por el mal a sabiendas y adrede. En este sentido la virtud cardinal sería la prudencia, la capacidad de reconocer lo que es verdaderamente bueno para el hombre y los medios de que dispone para alcanzarlo. La dependencia con respecto al intelectualismo socrático es clara en la reflexión ética
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