Filosofía antigua. La alegoría de la caverna

Para Platón, el verdadero conocimiento, el verdadero saber, no puede estar referido a lo que cambia, sino a lo permanente.

Tienesiempre el principio de  interesarnos desde adentro, haciendo nuestro el tema y que vaya surgiendo poco a poco el conocimiento en nuestro interior. Camino por el cual es posible acercarse a la contemplación de la Idea.

Es este un proceso de descubrimiento, develamiento de la verdad (es el sentido de la palabra alethéia, descubrir lo que está oculto, la verdad) y parte del interior de la persona. No es impuesto desde afuera al modo de los sofistas, sino que, mediante una adecuada guía, puede llevar a la persona al conocimiento.

Conocimiento de las esencias que Platón concibe como innato en cierto modo en el alma del hombre, y que se vuelve a recordar (anámnesis).

Para acercarse a una definición de conocimiento, Platón se vale de diferentes comparaciones:

Contrapone el conocimiento verdadero del que no lo es "como la copia es a aquello de lo que es copiado".

El ver la multiplicidad, pero no lo esencial con el andar en la confusión: " puesto que  los filósofos son los que pueden alcanzar lo que se comporta siempre e idénticamente del mismo modo, mientras que no son filósofos los (...) que deambulan en la multiplicidad abigarrada".

Señala que "han de llamarse  amantes del saber a los que dan la bienvenida a cada una de las cosas que son en sí, y no amantes de la opinión"

La división entre lo inteligible y lo visible, percibido por los sentidos, separados a su vez, en el mundo sensible,  entre las imágenes y las cosas sensibles propiamente dichas (es el nivel de la opinión y las creencias); y, en el mundo inteligible, entre la geometría y las ciencias y la filosofía, el entendimiento y el conocimiento verdadero.

La alegoría de la caverna.

La alegoría de la caverna es la más conocida, la que ofrece la visión más completa de la misión del que llega al conocimiento, no sólo el proceso que implica. Pero me impactó la comparación citada del Gorgias, contraponiendo al conocimiento verdadero "alcanzar lo que se comporta siempfe e idénticamente del mismo modo" con aquellas personas que "deambulan en la multiplicidad abigarrada".

La confusión que implica esa "multiplicidad abigarrada" da lugar a que cada uno esté en su mundo, como

expresa Heráclito en su contraposición entre la vigilia y el sueño. El logos es común, es el mismo, para los hombres "despiertos". Existe un cosmos idéntico, mientras que los "dormidos" tienen su propio mundo, que no es otra cosa que un sueño. Por ende, no es verdadero.

Pienso que hay algún tipo de encuentro entre esta idea y la revelación en el sentido que dice San Pablo "ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré como fui conocido" (I Corintios 13:12).

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