Filósofa del siglo XX

Para esta filósofa del siglo XX, creadora del objetivismo, las tres teorías éticas (mística, social y subjetiva) fallaron en tratar de explicar el desarrollo humano. La primera, la mística, porque el fin supremo de todo juzgamiento era Dios, un ser sobrenatural del cual es improbable la captación mediante la razón y el cual desplazó al individuo. La ética es sometida por la vida de ultratumba, ya que responde a leyes o requerimientos de otra dimensión. Para Rand, la Edad Media o Edad Oscura es el momento existencial de esta corriente.

La segunda, la teoría ética social, cambia el concepto de Dios por el de Sociedad, siendo ésta el único parámetro para hacer cualquier juzgamiento, y aunque proclama la vida, no se preocupa por ella, ya que defiende a una entidad incorpórea, llamándolo colectivo, que en propias palabras de la pensadora “está formada por todos menos por el propio individuo”. El deber ético del ciudadano consiste en ser un esclavo sin individualidad, sin derechos, y solamente sometido a las necesidades, reclamos y demandas de los demás. Los ejemplos claros vendrían a ser la Alemania de Adolf Hitler y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Por último, se tiene la teoría subjetiva, que para Rand no constituye una teoría en sí, sino que es verdaderamente una negación de la ética. Esta corriente niega la realidad y toda la existencia, porque no hay una justificación racional de las mismas. Proclama que el hombre no necesita de un código de valores racionales para poder vivir en la Tierra. La vara de juzgamiento son los caprichos y deseos. Y sus máximos exponentes son los posmodernistas en la cultura actual.

La primera fracasó por el oscurantismo; la segunda, por la opresión, y la tercera, por la confusión. Ante el fallo de estas tres doctrinas o teorías, Rand propone un individualismo mucho más racional y capaz de ejecutarse gracias a la razón humana.

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