Francesco Petrarca
Enviado por YOVARRUKO • 11 de Agosto de 2013 • 429 Palabras (2 Páginas) • 1.164 Visitas
Francesco Petrarca
País: Italia
Nacimiento: Arezzo, 20 de julio de 1304
Defunción: Arquà Petrarca, 19 de julio de1374
Biografía de Francesco Petrarca
Pensador humanista italiano, Francesco Petrarca fue uno de los grandes autores de su época y que tuvo gran influencia en la literatura y el pensamiento europeo posterior.
Nacido en una familia acomodada, Petrarca comenzó a estudiar derecho antes de mostrar su interés por la literatura. Tomó votos menores y trabajó al servicio tanto de la Iglesia como de los Colonna, trabajando como bibliotecario y convirtiéndose en un famoso poeta.
Sus ideas humanistas trataban de recuperar el pasado grecolatino sobre la oscuridad medievalista pero forjando una unión con el ideal cristiano, sentando las bases del posterior Renacimiento.
De entre su obra habría que destacar el Cancionero -una reunión de sus versos de amor hacia Laura a lo largo de su vida-, que marcó una manera de escribir y presentar la poesía.
FRASES DE FRANCESCO PETRARCA
Quien puede decir cuanto ama, pequeño amor siente.
Pequeño
Fue el día en que del sol palidecieron los rayos, de su autor compadecido, cuando, hallándome yo desprevenido, vuestros ojos, señora, me prendieron.
Señora
Cuando, entre las demás, de mi señora viene, a veces, Amor en el semblante, cuanto en belleza va ella por delante, tanto crece el afán que me enamora.
Semblante
No soy tan fuerte que la luz resista de esta mujer, y no en los tenebrosos lugares me protejo, ni en la tarde: mas, con ojos enfermos y llorosos, mirarla es mi destino y mi conquista; y sé muy bien que voy tras lo que me arde.
Fuerte
Me suele avergonzar que no esté siendo por mí vuestra belleza puesta en rima, pues que a ninguna más tuve en estima desde que os vi por vez primera entiendo.
Estima
Si queda entre la tercia luz y Marte, la luz del sol será descolorida: por verla será de almas circuída su belleza que excede a todo arte.
Luz
Que viviré algo más es lo que creo, gracias a ese mirar tan luminoso; y moriré, si no atiendo al deseo.
Deseo
Supieron despertar a mi alma grave. Vos manejáis con una y otra llave mi corazón, y de ello estoy contento, dispuesto a navegar a todo viento, que es cuanto hacéis por dulce honor tenido.
Navegar
Igual que el navegante a quien el fuerte viento desalienta mira a dos luces del nocturno cielo, lo mismo, en mi tormenta de Amor, miro en dos luces al brillante signo en el que hallo mi único consuelo.
Tormenta
Dura es la ley de amor, pero por dura que sea, hay que obedecerla, pues la tierra y el cielo por ella están unidos desde el
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