Friedrich
Enviado por joshua1046 • 29 de Mayo de 2014 • 508 Palabras (3 Páginas) • 276 Visitas
ACTIVIDAD DE EVALUACIÓN 3.2.1 DESARROLLA UN SOCIODRAMA
FRIEDRICH NIETZSCHE.
Nació el 15 de octubre de 1844, en Rochen Prusia. Su padre, un ministro luterano, murió cuando él tenía 5 años, y fue educado por su madre.
Mujer: Doctor, tengo que verle por una cuestión de vida o muerte. Le espero mañana a las 9 en el café.
Hombre: ¿Una cuestión de vida o muerte? ¿Entonces por qué tarda tanto?
Mujer: ¿Doctor?
Hombre: ¿Cómo está usted? ¿Le apetece un café?
Mujer: Sí, café con leche.
Hombre: café con leche, camarero.
Mujer: Mi amigo se prepara para matarse, la muerte de ese hombre tendría consecuencias catastróficas para mí, para usted y para todo el mundo.
Hombre: ¿Quién es ese amigo suyo?
Mujer: El filósofo Friedrich Nietzsche
Hombre: ¿Debería saber quién es?
Mujer: Aun no, pero con el tiempo todos le conocerán.
Nietzsche: ¿Cómo confirmaremos una verdad si en vez de desafiar la incredulidad y el escepticismo no es más que una manifestación del deseo pueril de que nos vean? El deseo de estar en manos de dios no es la verdad.
Tenemos una teoría evolucionista. La teoría evolucionista demuestra científicamente la inutilidad de dios, el mismo Darwin no tuvo la valentía de llevar sus pruebas hasta su verdadera conclusión. Bien, ¿dónde estamos? ¿Se habrán dado cuenta de que nosotros hemos creado a Dios y que todos juntos le hemos matado? Dios ha muerto.
Les enseño al superhombre. El hombre es algo que debe ser superado. ¿Qué han hecho para superarlo?
Mujer: mi amigo está enfermo.
Hombre: ¿Cuál es la naturaleza de su enfermedad?
Mujer: Jaquecas que le atormentan.
Hombre: mi querida señora veré a su amigo, soy médico.
Mujer: Sé que usted puede curar sus dolencias físicas, pero no estoy aquí por ese motivo. Lo que Nietzsche padece es una profunda desesperación, eso es lo que le pido que le cure.
Hombre: Yo no puedo curar la desesperación.
Mujer: uhm, sí que puede, doctor. Puedo lograr que Nietzsche acuda a sus consultas siempre que crea que solo va a tratar sus jaquecas. ¿Puedo acompañarle a su hotel?
Hombre: Sería un placer pero mi esposa estará mirando por la ventana, tengo obligaciones.
Mujer: ¿Obligaciones? Mi obligación es estar libre de obligaciones. Doctor, salve a Nietzsche.
Nietzsche: ¿A dónde se fue dios? Se lo diré: dios ha muerto. Todos le hemos matado, usted, usted y yo.
Mujer: una conferencia fascinante para tan pocos oídos. ¿Por qué provoca tanto miedo en la gente, profesor? ¿Por qué dice que dios ha muerto y no que jamás existió?
Nietzsche: ¿Y usted qué opina?
Mujer: Que dios ha dejado de ser una fuerza reconocida en la vida de la gente.
Nietzsche: Una interpretación interesante.
Mujer: Pero
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