Gabriel Garcia Marquez

El 6 de marzo de 19927 nace en Aracataca Magdalena un niño como cualquier otro pero muy distinto a los demás, Gabriel García Márquez.

Aracataca un pequeño municipio ubicado al norte de Colombia que muchos confunden o lo asimilan con Macondo un pueblo creado en la inagotable imaginación de Gabo o Gabito como lo apodaron sus padres y amigos desde la infancia.

Allí transcurrieron muchas de sus historias y obras literarias más conocidas entre ellas la que le dio el reconocimiento mundial 100 años de soledad.

Sus padres Gabriel Eligio García y Luisa Santiaga Márquez lo dejaron desde muy niño al cuidado de su abuelo el coronel Nicolás Márquez y su abuela Tranquilina Iguara quienes marcarían también su vida literaria. El propio gabo expreso en una ocasión:

[...] Es difícil que haya una línea en algunos de mis libros que no tenga su origen en la infancia... Durante los primeros ocho años de mi vida, tuve las experiencias que luego he elaborado poéticamente, literariamente a través de toda mi vida. Y pocas experiencias posteriores me han sido tan útiles como las de la infancia. En realidad yo podría decir que toda mi obra tiene su cantera en los primeros años de la infancia. No recuerdo esa época, ni la de como un niño feliz, ni la de un niño infeliz, sino como la de alguien que tenía una vida propia, un mundo propio dentro del cual vivía y que es el que ha alimentado todo el resto de mi obra. [...]

La infancia de Gabriel García Márquez ocurrió en la costa norte en el caribe colombiano, en medio de las necesidades propias de una familia de escasos recursos que hizo todo lo posible para darle una buena educación.

En 1927 llegó a Bogotá a estudiar derecho en la universidad nacional, fue una época marcada también por la austeridad cuando Gabriel público su primer cuento, en el periódico “el exportador” La tercera resignación allí empezaría su carrera como reportero, sin duda uno de los mejores en la historia de Colombia; nunca se graduó de abogado pero se inició entonces como columnista en el periódico Universal de Cartagena fue en esa época que Gabriel García Márquez conocía a varios de los que serían sus mejores amigos el llamado “grupo de la barranquilla” jóvenes inquietos devoradores de obras literarias de los clásicos y nuevos autores de la época que se reunían para hablar de lo que más les gustaba, los libros.

Gabo llegó a su cúspide en 1967 con 100 años de soledad su obra maestra traducida a 30 idiomas que se han vendido a más de 50 millones de ejemplares producto del muy merecido Premio Nobel de Literatura, que recoge en Estocolmo el mes de diciembre vestido de liquiliqui. La concesión del Nobel fue todo un acontecimiento cultural en Colombia y Latinoamérica.

Aquí un poco del discurso

Muy buenos días a todos en esta ocasión tenemos el honor de presentarles en exclusiva una entrevista que tuvimos la oportunidad de realizar con el gran señor Gabriel García M. antes de que recibiera el Premio Nobel de literatura en 1982.

Entrevista:

Le damos la bienvenida al gran escritor, novelista, cuentista, guionista, editor y periodista al cual admiramos el señor Gabriel García Márquez (entra Iván)

• Es un honor tenerlo presente en este su programa.

• Muchas gracias el honor es mío.

• Y cuéntenos:

1. ¿Qué le parece el mundo a los 54 y con un premio nobel en el bolsillo?

R= Abrumador, porque el premio Nobel pesa mucho.

2. ¿Pesado para bien o para mal?

R= Pesado para bien, porque es una gran satisfacción. Pesado para mal, por la cantidad de fama suplementaria que trae, 40 creo que la fama perturba la realidad, menos mal yo ya tengo un poco de experiencia en eso.

Para mí lo nuevo en el premio Nobel, será el ensanchamiento del ámbito de acción, sobre todo para algunas cosas en la política de la América Latina, que creo que se pueden hacer mejor siendo el premio Nobel que no siéndolo.

3. Cuéntenos de su familia.

R= realmente no he vivido mucho con ellos, somos 16 hermanos. Salí de mi casa a las 12 años para estudiar y ahora es un rito llamarle a mi madre todos los domingos y aunque no nos vemos muy seguido tengo muy buena relación con todos, uno de los personajes que más ha contribuido en mi obra es mi abuela (la mama de mi mama) lo que más recuerdo es que me encantaba oír como hablaba un castellano perfecto lleno de arcaísmos y de imágenes deslumbrantes lo que me impulso a escribir. Recuerdo como en diversas crónicas se ha dicho que es casi imposible que personajes tan de la vida cotidiana hablen como filósofos pero repito que me inspire en mi abuela y muchas personas del Caribe.

4. ¿Entonces usted cree que el racionalismo es una limitación para la creación?

R= Yo lo creo sin lugar a duda, una de las más grandes dificultades que tengo yo es el diálogo con los franceses que son los racionalistas por excelencia, ellos no pueden creer que soy un escritor realista y yo puedo comprobar que detrás de cada línea de cada uno de mis libros hay un hecho real. Creo que simplemente soy un observador de la realidad para la cual tengo una gran sensibilidad

5. ¿Se ha hablado muchas veces del ser escritor y su compromiso político, pero hasta qué grado llega su compromiso?

R= Yo creo que el compromiso no es sólo del escritor sí no de todo aquel que vive en esta época.

Yo creo que en Latinoamérica particularmente es mucho más apremiante porque se necesita más el concurso de todos.

Yo carezco totalmente de una vocación política, sí yo no fuera latinoamericano y Latinoamérica no tuviera problemas como los que tiene y la necesidad de tantos de tantos que ayuden a resolverlos probablemente estaría muy tranquilo en una isla con mis amigos, mi mujer e hijos

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