Gutierres Sánez

El dinamismo intencional del ser humano

2.1 La intencionalidad ontológica

El núcleo de identidad personal no es una entidad estática y aislada en la interioridad de cada persona, al contrario es dinámica, expansiva y abierta hacia todo lo demás, esta propiedad se le llama intencionalidad. La raíz etimológica des esta palabra es in-lendere, significa estar tendido hacia, estar volcado, proyectado o arrojado hacia afuera, es así que el núcleo de identidad personal puede concebirse como conciencia.

La intencionalidad de la conciencia es la propiedad de ésta por la cual se encuentra enfocada hacia un objeto. El hombre, con su conciencia, está enfocado hacia aun objeto diferente de ella misma.

La identificación consiste en que el sujeto se enfoca completamente en los objetos de su alrededor, se absorbe en ellos, y pierde todo contacto consigo mismo. El fenómeno de la identificación es la pérdida de la propia conciencia ilimitada de su yo, aunada con la conciencia de que el propio ser se identifica con el mundo u horizonte limitado que se percibe. De la ilimitación se ha pasado a la limitación, lo cual es la esencia de la mutilación o alienación humana.

La autenticidad consiste, en la vivencia de lo ilimitado que no es sofocada por la vivencia de lo limitado, el sujeto capta su propia conciencia, y no se siente identificado con los objetos que están a su alrededor, sino que los capta y trata dentro de una perspectiva donde puede ser autónomo frente a ellos, esta es la libertad ontológica.

Inspiradas en algunas ideas de Heidegger podemos decir que la existencia humana consiste en un ex sístere, un estar fuera de si mismo, también lo podemos explicar diciendo que el ser que vive el hombre es un ser transitivo, lo cual significa que somos o estamos arrojados hacia algo. El ser humano es comparable al término Sorge, o cuidar, nuestro ser consiste en cuidar las cosas, atenderlas, tener una solicitud hacia ellas. La intencionalidad y nuestro propio ser son lo mismo, por eso llamamos ontológica a la intencionalidad. Además de la intencionalidad de la conciencia y de la intencionalidad del ser humano, también podemos distinguir un tercer tipo de intencionalidad, como es la de los pensamientos. Los pensamientos existen en la mente con una existencia intencional, lo cual significa que el modo de ser de ellos es un apuntar hacia objetos diferentes de los pensamientos.

2.2 El horizonte de significatividad

Dentro de este horizonte se encuentran todos aquellos elementos que han adquirido sentido o significado en la conciencia de ese sujeto, gracias al dinamismo expansivo de la persona, cada vez se hace más capaz de encontrar o dar sentido a los objetos, situaciones, o personas de su alrededor. El signo es todo objeto que, conocido, nos conduce al conocimiento de otras cosas. El significado es aquello que se capta gracias al signo.

Es un conjunto de relaciones o estructuras unitarias e inteligibles. Por su parte, la significatividad de las personas es la capacidad para transcender los signos y llegar hasta los significados. El realismo opta por significados objetivos, de tal manera que la verdad y el error consisten precisamente en la adecuación a esos significados objetivos. El idealismo es la postura opuesta, los significados son otorgados por el sujeto de acuerdo con su propia perspectiva, y tal parece que los hechos corroboran esta posición.

2.3 La conciencia trascendental

La expansión de la conciencia tiende hacia lo ilimitado; éste es el fenómeno de la trascendencia. Transcender significa ir más allá, traspasar los límites

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