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Historia Y Temporalidad En La Cultura Occidental


Enviado por   •  8 de Octubre de 2012  •  7.707 Palabras (31 Páginas)  •  1.159 Visitas

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Historia y temporalidad en la Cultura Occidental

Resumen: Partimos del hecho de una cultura como mediación relacional entre el Hombre y la Realidad. La Cultura Occidental tiene un canon principal que determina en cada momento de su desarrollo, a través de sus edade,s una específica forma de estar instalados en esa Realidad: la manera de entender la substancialidad de lo real como “en sí”, “en Dios, “en el Hombre”, “en la Sociedad”. Aquí consideramos sólo y específicamente el paso de la E, Antigua a la E. Media como un cambio de horizonte de sentido marcado por la consideración de la substancia como creación “ex nihilo” y las consecuencias que ello supone para la Modernidad.

Abstract: We assume a culture as relational mediation between Man and Reality. Western culture has a major fee determined at each stage of their development through their age, a specific form to be installed in that Reality: how to understand the substantiality of reality as "yes", "in God , "in Man," in Society. " Here we consider solely and specifically the transition from E to E. Antigua Media as a horizon of meaning change marked by the consideration of the substance as a creation "ex nihilo" and the consequences this has for Modernity.

Toda cultura determina la forma de pensar y a la postre la forma de relación del Hombre con lo Otro. Esto Otro es genéricamente sin más, el Mundo o la Realidad. Vamos a entender nuestra manera actual de relacionarse con la Realidad como un proceso de emergencia que arranca en los cánones ideológicos de la antigua Cultura Griega y al que se le incorporaron elementos del antiguo Judaísmo, elementos que se adquirieron por la decadencia y carencia en que se vio inmersa la Cultura Greco-Romana en el s. II y en virtud de que los cánones del Judaísmo si satisfacían esas carencias. Desde esta síntesis se forjaron los grandes fundamentos de la ideología Cristiana que todavía hoy determina la visión Occidental del Mundo, visión que es la que globalmente se impone en la mayor parte del planeta mediante un proceso que llamamos de globalización, pero que más bien es de “pensamiento único”.

Ante todo, el canon ideológico fundamental que determina toda nuestra cultura es la noción de la Realidad como substancia y la transformación de este canon a lo largo de la Historia de Occidente. Durante toda la Edad Antigua, desde su inicio en el s. VII con los Presocráticos hasta su finalización con la aparición de la E. Media, la substancia es entendida simplemente como physis, el Mundo es una presencia trascendente “en, por y de sí mismo” y como tal ese canon ideológico lo podemos claramente encontrar desde las doxografías presocráticas hasta los escritos de Boecio, pasando por el eidos de Platón, el synolon de Aristóteles, la materia para los Epicúreos, la pronoia de los Estóicos,... La conciencia del hombre antiguo (tanto de la persona de calle como del científico) está sumida en el canon ideológico de que lo real está allende (de mí) como “presencia de sí”, es decir, tiene en sí la fuente de su estar y como tal se plantean la búsqueda de un arjé en cuanto principio fundante de ese estar genérico y existente en cada cosa real. En Platón ese principio-arjé es el Uno-Bien, en Aristóteles es el Motor Inmóvil,... Por esto conocer la verdadera realidad es contemplar algo que hay por sí: la verdad es verdad ontológica. Al conocer el sujeto es pasivo y se deja afectar por un objeto que le adviene desde fuera en cuanto que es físicamente “suyo”. Desde una consideración religiosa podemos decir que ésta es la conciencia pagana (no cristiana), en cuanto que esa realidad subsistente se presenta como un “algo misterioso” porque es ignoto en su origen, se presenta como un “misterio tremendum”. En la E. Media, el canon ideológico que entiende la subsistencia de lo real cambia debido a un proceso de incorporación en nuestra cultura del elemento judaico de la ”creación ex nihilo”. Lo real ya no es subsistente “en, por y de sí”, no tiene internamente el principio de su estar sino que es “en, por y de Dios”, la Realidad es un “llegar a estar” por el acto de creación el cual consiste en dar “existencia” que adviene a toda posible esencia. Pese a ello, todavía en este contexto Medieval la verdad sigue siendo verdad ontológica y al conocer el sujeto cognoscente se pliega a algo que hay porque no es él quien lo constituye en su actividad cognoscente, como si lo será en la E. Moderna. De esa manera también toda esencia subsiste como objeto en “mente divina” (ideas ejemplares de s. Agustín) y el sujeto al conocer la verdad se pliega a algo subsistente, si bien no es algo “en sí” si es subsistente indirectamente “en Dios” y por lo tanto conocer es contemplar eso que hay. Sucedió que la crisis del s. XIV puso de nuevo de manifiesto una decadencia y un agotamiento de este principio ideológico, las carencias hicieron transformar de nuevo ese canon ideológico, lo que supuso la llegada de la E. Moderna. Ahora lo real ya no es “en, por y de Dios” sino “en, por y del Hombre”, entendiendo como tal el ámbito transcendental de la conciencia, este es el ámbito por el que trans-curre la razón discursiva como kinestesia lógica, mediante ella se constituye el objeto a “conocer” yendo: de concepto en concepto, de juicio en juicio de razonamiento de razonamiento. Es lo que Platón denominó dianoia y el resultado de la misma es una “verdad lógica” o verdad como adecuación, en el cual el sujeto parte de un momento del ser en cuanto conocido por la experiencia sensible y en un decurso abstractivo se pretende concluir en una verdad unitaria y universal (guiada por supuesto o principios que en Kant son los ideales transcendentales de la razón). Pero en realidad el “sujeto transcendental” kantiano ya está latente en el pensamiento tomista, porque el ámbito transcendental de la conciencia no es más que la disposición formal al conocimiento que predispone lo cánones presentes en la ideología cristiana en cuanto síntesis entre cultura griega (categorías) y judáica (ideales de la razón), en el fondo el Hombre Moderno no es un sujeto universal, es el sujeto cristiano. Pero de nuevo sucede que a finales del XVIII esta conceptuación también decae y sus carencias que hacen surgir una nueva manera de entender la Realidad como objetualidad “social o públicamente” constituida en un ámbito relacional de sentido o marco dialéctico de constitución. La realidad nio es una substancia “en, por y del Hombre” sino “en, por y de la Sociedad”.

•E. Antigua---------------lo real en, por y de sí

•E. Media-----------------lo real en, por y de Dios

•E. Moderna--------------lo real en, por y del Hombre

•E. Contemporánea------lo

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