INSTITUCION PRIMERA E INSTITUCIONES SEGUNDAS DE LA SOCIEDAD
Enviado por maytinamartinez • 6 de Junio de 2017 • Resumen • 1.144 Palabras (5 Páginas) • 1.306 Visitas
Universidad de Cartagena
Programa de Filosofía
Seminario: Psique y Sociedad en Cornelius Castoriadis.
Docente: Harold Valencia López
Estudiante: Mayra Mercado Montalvo
INSTITUCION PRIMERA E INSTITUCIONES SEGUNDAS DE LA SOCIEDAD.
En el presente texto se pretende dar a conocer la ideas centrales expuestas por Cornelius Castoriadis, en medio de una conferencia realizada en parís, en el año 1985. En esta oportunidad, Castoriadis inicia aclarando si existe o no una teoría de la institución. En respuesta afirma que no podría existir una “teoría de la institución”, ya que el término teoría filosóficamente indica, contemplación, vigilancia; entonces no se podría vigilar a la institución por medio de los mismos recursos que la conforman.
Considerando por ejemplo, que sea el lenguaje la primera institución de la sociedad, ¿Cómo sería posible cuestionarla, si es necesario utilizar éste mismo recurso para hacerlo? Esto no podría considerarse, como sería posible que la lengua se examinara a sí misma, si esta es vista como una máxima, como un referente. Aun cuando es cierto que las lenguas cambian dependiendo el lugar, el contexto esta no deja de ser una autoridad. No podría existir una teoría porque simplemente no se puede cuestionar a la institución, menos cuando se hace parte de ella. Cabe señalar que estas interpretaciones están basadas en las investigaciones sobre las distintas variaciones del lenguaje, que datan desde el siglo V antes de cristo en Grecia. A partir de esto el sujeto es visto como un sustrato biológico, un “fragmento ambulante” que se limita solo a responder a lo que ya está establecido en este tipo de sociedades; sociedades predemocráticas y prefilosóficas, o sociedades heterónomas, en donde no existe la posibilidad de revisar y mucho menos cuestionar las instituciones, no existen individuos capaces de repensarse, estos se encuentran totalmente inmersos dentro de la institución, a tal punto que no posee los recursos mentales para objetarla; aun cuando es precisamente la existencia de estas instituciones, junto con la imaginación radical, los elementos humanizadores de los hombres.
Seguidamente de esto el autor añade que con el paso del tiempo se da una especie de “rupturas históricas” de la humanidad, como la que se dio en un principio en Grecia y posteriormente en la Europa occidental alrededor de finales de la alta edad media. Dichas rupturas consistieron en que los individuos creados por tal sociedad y que se encontraban dispersos, se integraron para transformarse con el fin de crearse a sí mismo los medios para cuestionar las instituciones de esta misma sociedad que los había conformado a ellos y a sus antepasados. Este hecho a su vez significa el surgimiento de los espacios públicos, de la posibilidad de participación en espacios políticos, el surgimiento de un pensar crítico con respecto a las instituciones; a partir del cual nace y se establece una estrecha relación entre la democracia y la filosofía.
A raíz de los cambios generados por estas rupturas históricas, en la institución de estas “nuevas sociedades” se genera el nacimiento de nuevos individuos con capacidad de pensamiento crítico, deliberativo, consiente, con iniciativa de cuestionar lo establecido; que a su vez vislumbra lo que Castoriadis considera el inicio del proyecto de autonomía social y autonomía individual.
Un ser autónomo es aquel que logra conferirse a sí mismo sus propias leyes, se ajusta y vive bajo ellas, lo cual no es nada fácil, puesto que implica desafiar a todas las creencias y convenciones que intervienen en el campo de lo social; lo mismo sucede con la sociedad como tal, el pretender darse sus propias leyes, implicaría que ella fuera la única responsable de la instauración de su institución, de velar por el ordenamiento y cumplimiento de esta, de decidir lo que sería justo y lo que no, sin intervención de ninguna norma extra social.
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