KARL MARX
Enviado por submarine • 28 de Octubre de 2014 • 1.518 Palabras (7 Páginas) • 262 Visitas
Karl Marx, reconocido por Friedrich Engels como “el hombre que por primera vez dio al socialismo y al movimiento obrero de nuestros días un fundamento científico”, es considerado junto con este filósofo y amigo, el padre del socialismo científico, del comunismo moderno, del marxismo y del materialismo dialéctico. A pesar de los esfuerzos de filósofos como Mill y Augusto Comte por mostrar la cara más amable de la sociedad del siglo XIX, algunas de las más destacadas figuras intelectuales de la época, como Marx, Nietzsche y Freud, liquidaron el proyecto ilustrado basado en el poder de la razón, convirtiéndose la filosofía a partir de ellos, en crítica de los condicionantes irracionales del pensamiento, tendencia que se afianzó a principios del siglo XX.
En su vasta e influyente obra, incursionó en los campos de la filosofía, la historia, la ciencia política, la sociología y la economía; aunque no limitó su trabajo solamente al área intelectual, también estuvo vinculado al ámbito periodístico y político. Marx y su pensamiento, por tanto, ejercieron una notable influencia en los pensadores de los siglos posteriores y en la historia contemporánea, además de las ciencias sociales, si bien sigue siendo reconocido actualmente en campos como la ética y la política. Sus escritos más conocidos son El Capital y el Manifiesto del Partido Comunista (en coautoría con Engels), donde lanzaría el lema de gran repercusión mundial, “Proletarios de todos los países, ¡uníos!”
En el siglo XIX, se desarrolló en Alemania la Segunda Revolución Industrial o Gran Capitalismo, en la que se consolidó y alcanzó su máximo apogeo el sistema capitalista como sistema económico. Fue un claro proceso de innovaciones tecnológicas, científicas, sociales y económicas nunca antes vistas. Pero los grandes cambios, no siempre benefician a todas las personas, y en este caso, el proletariado fue el más afectado, puesto que debía soportar medidas laborales deplorables y se encontraba indefenso ante los abusos de la burguesía, propietaria de los medios de producción, puesto que sólo disponía de su fuerza de trabajo, es decir, de la energía que emplea para el desempeño de sus funciones, y al verse incapaz de satisfacer sus propias necesidades acudiendo a la naturaleza, se veían obligados a cedérsela. Esta precaria situación propició la creación de inmensos cinturones de pobreza en torno a las grandes ciudades más industrializadas y a una degradación del nivel de vida de los trabajadores, aumentando el movimiento obrero.
En esta coyuntura, Karl Marx desarrolla toda su filosofía, constituyendo las principales fuentes de su pensamiento la dialéctica hegeliana, la crítica a la religión de Feuerbach, el concepto de valor de los economistas clásicos ingleses (Adam Smith, David Ricardo) y el humanismo del socialismo utópico (Saint Simon, Owen, Fourier).
Al igual que Hegel, Marx concebía la realidad, como una realidad cambiante y dinámica, repleta de contradicciones que la obligan a superarse. Si bien, invirtió el planteamiento hegeliano, que concebía la realidad como un proceso dinámico del espíritu o la idea (idealismo), en un claro sesgo materialista. Marx considera pues, que la realidad no parte de la idea o el pensamiento, sino de las condiciones reales de vida de los seres humanos (materialismo). Pretende por tanto, aportar una teoría científica para interpretar el desarrollo de la historia y de la sociedad y de las causas de su transformación, desde lo material, lo que se denomina materialismo histórico. La tesis principal del materialismo histórico consiste en afirmar, que son las bases económicas y los modos de posesión de bienes materiales, el fundamento de toda estructura y transformación social. Marx considera, por tanto, que el motor del cambio y la base de toda estructura social, no son las voluntades individuales de las personas, ni las ideas (como consideraba Hegel), ni la voluntad divina (como afirmaba Feuerbach), sino lo material, las necesidades económicas y los intereses económicos de los distintos grupos sociales. Para entender al hombre y su historia, es imprescindible el estudio de las condiciones económicas y sociales en las que vive.
Así pues, el trabajo, tanto físico como intelectual, creativo y lúdico, se convierte en el eje central de la filosofía marxista, pues para él, es el rasgo que nos diferencia del resto de animales. De este modo, comienza a estudiar todo lo que le fue posible, utilizando para sus análisis diversos modos de producción, es decir, las diferentes formas de producir los distintos bienes necesarios para la subsistencia. Marx y Engels han clasificado las sociedades a partir de los distintos modos de producción. Nunca establecieron una clasificación definitiva, y a lo largo de todas sus
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