LA PERSONA: DIGNIDAD Y MISTERIO ¿Es posible definir a la persona?
Enviado por Hugo Alonso • 11 de Julio de 2017 • Resumen • 1.101 Palabras (5 Páginas) • 1.055 Visitas
LA PERSONA: DIGNIDAD Y MISTERIO
¿Es posible definir a la persona?
Probablemente, la mejor definición que existe de persona es la que dio Boecio al comienzo de la Edad Media y que, posteriormente fue asumida por Santo Tomás: persona es la sustancia individual de naturaleza humana. Pero pone en relieve muchos aspectos esenciales del ser humano:
- La sustancia. El hecho de que la persona subsiste a través de los cambios y las modificaciones.
- La individualidad. Cada persona es única e irrepetible.
- La naturaleza racional. Las personas son una clase específica, las que tienen inteligencia.
Por lo que resulta difícil reflejar el carácter personal de alguien en cualquier clase de definición, Mounier dijo: <
Aquí vamos a presentar dos descripciones:
Una proporcionada por Jacques Maritain: << Cuando decimos que un hombre es persona, no queremos decir solo que es un individuo, como lo son un átomo, una espiga de trigo, una mosca o un elefante. El hombre es un individuo que se rige con inteligencia y con la voluntad; no existe solamente en modo físico sino que sobreexiste espiritualmente en conocimiento y en amor, de tal forma que, en algún sentido, es universo por sí, un microcosmo en el cual el gran universo todo entero puede quedar comprendido con el conocimiento>>.
La otra descripción la propone Juan Manuel Burgos y dice que: << La persona es un ser digno en sí mismo pero necesita entregarse a los demás para lograr su perfección, es dinámico y activo, capaz de trasformar el mundo y alcanzar la verdad, es espiritual y corporal, poseedor de una libertad que permite autodeterminar terminarse y decidir en parte no solo su futuro, sino su modo de ser, está enraizado en el mundo de la afectividad y es portador y está destinado a un fin trascendente>>.
PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DE LA PERSONA
1. Substancialidad-subsistencia:
La persona es un ser con una densidad existencial tan fuerte que permanece en sí misma a través de los cambios. La persona es siempre la misma, aunque cambie el mundo a su alrededor y ella mismo cambie.
La persona no es un mero flujo de vivencias ni una agrupación temporal de fenómenos que se disuelven y transforman, sino un ser consistente que resiste el paso de los años y de los días y aunque a la filosofía le resulte ya más difícil confirmarlo, posee una dimensión eterna. A esta realidad se la denomina subsistencia del ser personal (permanece más allá).
2. Intimidad-subjetividad:
Lo que permanece en los cambios de la persona no es otra cosa sino un quien un alguien una realidad muy profunda con una gran riqueza interior que se manifiesta y se ejercita a través de cualidades específicas: la sensibilidad, los afectos y sentimientos, la conciencia de sí. Todas estas características conforman la subjetividad: lo propio y específico de cada persona, su mundo interior, intimo distinto de cualquier otro hombre o mujer. Este mundo se puede, en parte, manifestar al exterior a través de los sentimientos y de las acciones de la persona, que es intransferible. Además la persona se concibe como un ser autónomo, consciente de sí e independiente, un “yo” capaz de decidir sobre sí mismo y ponerse frente al mundo. Persona, como dice Karol Wojtyla, es quien “se posee a sí mismo”.
3. Ser corporal, espacial y temporal:
La persona posee una dimensión material y corporal: es subjetividad e intimidad, pero en un cuerpo concreto, físico y determinado, es “alguien corporal”, como dice Julián Marías. La persona no es puramente espiritual, sino localizado y herido en el tiempo.
El espacio: Se mueve la persona en un espacio físico, geográfico y humano necesario para vivir y le condiciona: la casa, la ciudad, el país.
El tiempo: La persona no es un ser estático, sino en constante evolución; tiene un tiempo de vida. La persona se sitúa siempre frente al tiempo del que disponen una lucha constante. La persona guarda sus recuerdos, y busca anticipar el futuro para poder decidir su destino. La muerte llega y el tiempo siempre vence aunque el anhelo de la inmortalidad presente en todo hombre, exige una respuesta.
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