La Apetecida Felicidad Y Sus Caminos

La apetecida felicidad y sus caminos.

Como todos sabemos la felicidad es algo que durante los siglos todo hombre ha buscado, algunos la han encontrado y disfrutado, otros ni se han imaginado lo cerca que han estado.

En este breve ensayo aspiramos presentarles nuestra opinión acerca de la felicidad, enfocándonos en lo que no es la felicidad y los tipos de vida existentes en relevancia a nuestra añorada y apetecida felicidad.

Para comenzar podemos señalar que todo hombre se siente inclinado a realizar lo que su razón le ordena, es por esto que las personas se forman o configuran a sí mismos de acuerdo a su actuar, puesto que cada hombre tiene libertad al poder hacer lo que siente y estima conveniente; debido a esto es que encasillamos a alguien de malo si sus acciones son incorrectas o malvadas, o de bueno si su actuar es benefactor para todo quien lo rodee y sí mismo. Pero es aquí donde surge el primer cuestionamiento, ¿ Qué es el bien y el mal?.Muchas personas o corrientes pueden tener diferentes opiniones o respuestas para esta interrogante, sin embargo, la que nosotros encontramos más adecuada es la que postula Tomás de Aquino " El bien es lo que todos apetecen, todos apetecen su perfección" (Gómez, 2013) y por ende el mal es todo aquello que carece de bien o perfección; por tanto señalamos que el bien perfecto es aquel que carece totalmente de mal (Gómez, 2013).

Todas las personas generalmente buscamos nuestro bienestar para así lograr ser buenos y poder llegar a la felicidad, pero lo importante en realidad es buscar un bien común, debido que el bien propio no puede existir sin el bien común (Gómez, 2013); una de las acepciones de la palabra común, para que nos vayamos familiarizando e internalizando en el tema, es "En comunidad, entre dos o más personas, conjuntamente" (RAE) . Tal como señala Tomas de Aquino "Puesto que un hombre es parte de la ciudad, es imposible que sea bueno si no está bien ordenado respecto del bien común: un todo no puede estar bien constituido si sus partes no le están ordenadas. Por lo cual es imposible que el bien común de la ciudad sea bien logrado si los ciudadanos no son virtuosos." (Gómez, 2013). En referencia a lo anterior podemos agregar que lógicamente ara hacer el bien o ser buenos, y de esta forma poder concretar nuestra felicidad, debemos obrar no solo en beneficio propio, sino que común, puesto que lo que es bueno para los demás también debe ser bueno para nosotros o viceversa, por ejemplo: si robo una bicicleta porque no tengo y me es más cómodo tener una para así ahorrar tiempo en trasladarme , no estoy haciendo un bien común, ya que estoy dañando a la persona que se la robo, pero sí en cambio trabajo ardua y honestamente para comprarla estoy realizando un bien común ya que contribuyo en el trabajo para la sociedad y además me beneficio consiguiendo comprar la bicicleta.

Ahondando en el tema que nos compete, hablaremos sobre la felicidad y especialmente lo que no es la felicidad; la humildad ontológica hace referencia a que para lograr llegar a la felicidad debemos aceptar al ser como algo recibido, aceptarse a uno mismo como algo creado y dependiente del amor (Gómez, 2013), por tanto a esta humildad cristiana del reconocimiento del ser se le contrapone la otra curiosa humildad del desprecio del ser (Gómez, 2013), como podemos inferir es muy difícil que un ser humano llegue a la felicidad despreciándose a sí mismo, puesto que al ocurrir esto se produce un síntoma de deshumanización .

Debemos tener en cuenta que hay ciertas cosas o actividades

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