La Bestia: El peligroso viaje de los migrantes.

La Bestia: El peligroso viaje de los migrantes.

 “Tengo mi familia…yo les hice una promesa a ellos que tengo que cumplírsela…Yo sé que es un camino bastante largo de sufrimiento, pero al llegar allá todo se logra y todo es mejor” Migrante de El salvador, entrevistado en el alberge tierra blanca en el estado de Veracruz. Junio del 2009.

Cada año miles de personas toman la difícil decisión de abandonar su país de nacimiento para dirigirse al norte y poder llegar a Estados Unidos, gente proveniente de Centroamérica, Sudamérica, y también mexicanos, personas que están en busca de una mejor vida y un mejor futuro a pesar de tener que hacer uno de los viajes más peligrosos del mundo para lograrlo. Las razones que obligan a esa gente a tomar esta decisión son casi siempre las mismas: la imposibilidad de desarrollo, pobreza, inseguridad y falta de oportunidades, por lo que la gran mayoría decide dirigirse a la frontera estadunidense con fe y esperanza de conseguir un empleo para poder con ello tener una nueva vida lejos de la pobreza que dejaron…sin embargo la realidad es que en su intento por tratar de conseguirlo pueden tener un resultado devastador en muchos aspectos. Una de las pocas opciones para estas personas es subir al tren de mercancía llamado “La bestia”, una máquina de carga que recorre México de sur a norte, y que en su trayecto evita aproximadamente 48 centros de detención y varios controles de inmigración. Las personas viajan en la parte posterior del tren, aferrados a la misma estructura, lo cual es muy difícil ya que hay que mantenerse sobre esta con todo el movimiento de la máquina, pero también por complicaciones que se dan ahí mismo, como discriminación, secuestros por traficantes de personas, o espías que buscan obtener información sobre ellos, sobre sus familias, para después poder asaltarlos, robarles todo lo que tienen y tener con que amenazarlos. Es por eso que se les recomienda no llevar documentos personales, cartas o fotografías familiares, incluso llevan poco dinero, por el hecho de que ahí pueden perderlo, varios de los viajeros hacen caso a esto y es por eso que también se le llama a la bestia “el tren de los desconocidos”, ya que en el viajan personas indocumentadas, personas sin nombre…gente que guarda su vida para sí mismos, para protegerse y también aquellos que aman y han dejado atrás. Un viaje que puede marcar la diferencia entre alcanzar un sueño, o conocer el infierno.

Las personas que deciden aventurarse y subir a la bestia son en su mayoría de Centroamérica (en su mayor parte de Guatemala, honduras y el salvador),  otra parte más pequeña de américa del sur, pero también estando los mexicanos que deciden igualmente viajar por este medio.  Tienden a ser jóvenes, pues el viaje es pesado, se necesita salud, además de buena condición física lo cual requiere un gran esfuerzo. Muchos de los migrantes son campesinos que cuentan con un nivel educativo bajo, pues provienen de las zonas más pobres, y existe entre ellos un porcentaje muy alto de analfabetismo.  Son personas que están acostumbradas a trabajar desde niños en actividades del campo o la industria para poder ayudar a sus familias,  y es por esa razón que no tienen el tiempo o recursos para poder asistir a una escuela.

Lo más común es que sea una persona de la familia quien decida tomar el tren de la bestia, pero hay veces que son todos los integrantes los que viajan, o también van grupos de amigos con el mismo objetivo. ¿Por qué van?, ¿Qué buscan? Van para lograr “Sueño americano”, conseguir un mejor empleo al que tenían, estas personas quieren mejorar sus condiciones de vida para tener un mejor futuro, y si son padres de familia así vayan solos o con sus hijos, lo hacen para poder ofrecerles un futuro de mejor calidad.  

El objetivo de los migrantes es llegar a Estados Unidos en el menor tiempo posible, ya que en la mayoría de los casos, al estar indocumentados y cruzar el país por otros medios -que cruzan puestos de revisión-  son detenidos por las autoridades mexicanas obligándolos a permanecer en nuestro país entre una semana a un mes. La mayoría de las veces el tiempo es menor al mes, sin embargo es suficiente para que sean víctimas de extorciones, violaciones, trata de  blancas, e incluso tráfico de órganos. Son estas condiciones y el miedo de ser deportados lo que obliga a los migrantes a que se arriesguen a usar rutas alternas y peligrosas para estar lejos de la vista de la ley, aunque también ahí pueden ser abusados de diferentes formas.

Los migrantes indocumentados sin llegar a cometer alguna acción ilícita son considerados criminales o delincuentes, discriminados solo por el hecho de ser quienes son, otra razón de más para evitar puntos donde puedan ser vistos por las autoridades.  

Al subirse a este tren no hay vuelta atrás, se arriesgan a ser robados, violados, secuestrados o asesinados…incluso existe la creencia y posibilidad de que los mismos maquinistas están coludidos con los asaltantes, ya que el tren baja la velocidad en ciertos lugares y horarios donde aparecen las bandas de ladrones para robarles y amenazarlos…quienes la mayoría de las veces cumplen su cometido. Muchos de los viajeros desaparecen sin dejar rastro, provocado por las situaciones recién comentadas, son agredidos de la peor forma posible, arrojados del tren en marcha, por eso sus muertes quedan ocultas a la vista….a los oídos, no se sabe más de ellos, y lo más triste es saber que esas personas tienen familia que los aguarda, familia que tienen pocas esperanzas sobre saber qué fue lo que les sucedió. Solo pocos tienen la buena o mala suerte –según se vea- de que si les sucede algo, hayan encontrado una persona de confianza a la que le hayan hablado de ellos y si esta logra el sueño pueda avisar a su familia sobre lo que le sucedió, pero es raro que suceda, ya que la mayoría no comparte sus datos para protegerse de los espías que usan esa información en su contra.

Es una gran variedad de personas las que suben a la bestia, donde están propensos a sufrir todo tipo de abusos, pero especialmente las mujeres y niños y más si no van acompañados. Seis de cada diez mujeres son víctimas de violencia sexual durante el viaje, y como se comenta incluso en la obra se les recomienda llevar pastillas anticonceptivas para no quedar embarazadas, ya que este tipo de agresión es muy común. Pero hay algo aún más impactante, no solo se tienen que cuidar de las bandas de delincuentes que los esperan en cada ciertos tramos, también se tienen que cuidar de los mismos pasajeros con los que viajan, pues también estos se aprovechan de las situaciones, en especial de mujeres que van solas. Son pocos casos que quedan registrados oficialmente pero relatados por testigos son muchísimos.

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