La Culpa Y Sus Diferentes Aspectos

Como podemos observar, las ideas propuestas en la ilustración repercutieron notoriamente en la forma de gobernar de la época, trayendo consigo un cambio drástico en cuanto a la composición del gobierno. Mediante diferentes postulados, se fue insertando en la sociedad una nueva forma de pensar, lo que la llevó a tener una nueva opinión política. En esta fue posible ver como poco a poco los ciudadanos hacían exigir sus derechos, demandando un nuevo gobierno, que fuese capaz de poder guiarlos y que creara un sistema donde todos fuesen poseedores de los mismos derechos. Este sistema de gobierno, que se rige hasta el día de hoy, es republicano, lo que significa que está basada en la división, control y equilibrio de los poderes y tiene como fin la garantía de las libertades individuales. En sentido estricto el término se trata de todos los gobiernos que actúan apegados al carácter ilustrado, pretendía atacar las corrupciones que se presentaban y como consecuencia ejercer una política mas justa, que logre abarcar las necesidades de toda la sociedad.

Para consolidar este nuevo sistema, se implementaron cambios que apuntaban al surgimiento y desarrollo de este mismo. El objetivo de este método era principalmente acabar con la monarquía absoluta, para dar paso a la monarquía constitucional, regida precisamente por una constitución que diese derechos y obligaciones a todos los ciudadanos por igual. Todas estas modificaciones en Europa, trajeron consigo hechos fundamentales para el desarrollo político. Un ejemplo de este nuevo cambio fue la Revolución francesa, ya que por primera vez en la historia de la humanidad se definieron por escrito los derechos y obligaciones de gobernantes y gobernados, y se organizó el poder del Estado. Además el rey obtuvo el derecho del veto, es decir, la posibilidad de oponerse a las leyes adoptadas por la Asamblea. El cuerpo legislativo era unicameral y aparece una división de poderes ejecutiva, legislativa y judicial. J.J Rosseau fue uno de los grandes filósofos de la época, que apoyó estos ideales igualitarios de índole ilustrado, que se aprecia claramente en su obra el “Contrato Social”. “Todo hombre tiene por naturaleza derecho a todo aquello que le es necesario; pero el acto positivo que le hace propietario de algún bien le excluye de los restantes.”

Dejando de lado los errores cometidos durante la revolución, es correcto afirmar, que los resultados de esta fueron en general positivos, ya que la mayoría de estas consecuencias provocó mejoras en los sistemas sociales, políticos y económicos de Francia. Los ideales revolucionarios pasaron a integrar la plataforma de las reformas liberales de Francia y Europa en el siglo XVIII, además de servir como motor ideológico a las naciones latinoamericanas independizadas en ese mismo siglo, y continúan siendo hoy las claves de la democracia.

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