La Droga Esta Mu Cara
Enviado por dami1885 • 27 de Abril de 2013 • 2.931 Palabras (12 Páginas) • 528 Visitas
EL ENFOQUE COMUNICATIVO FUNCIONAL EN EL AULA DE CLASE
Ejercicios para Taller Práctico en la Educación Primaria
Managua, septiembre del 2009
Anotaciones sobre el Enfoque Comunicativo Funcional en las Aulas de Clases
Justificación
Este enfoque parte fundamentalmente de la vinculación que debe existir entre el aprendizaje escolar de la Lengua y el funcionamiento que ésta tiene dentro de la vida social. Usamos la lengua en diferentes contextos comunicativos para el logro de diferentes finalidades: dialogar, opinar, informar e informarse, narrar, dar instrucciones y recibirlas, exponer, argumentar, discutir.
Al docente le corresponde la labor de orientar la formalización del aprendizaje de la lengua materna, de todos esos conocimientos, que de manera espontánea, el niño/a ha ido adquiriendo en su proceso de socialización. Si se quiere, la primera etapa constituye el trance más arduo, en tanto que las experiencias que el niño/a tenga en su relación con el lenguaje pueden determinar de manera definitiva el éxito o fracaso escolar.
Ya es aceptado por numerosas investigaciones que la fragmentación y descontextualización del aprendizaje de las primeras letras va en detrimento del proceso del niño/a, alejándolo de una actividad placentera y creativa, para sumergirlo en un universo repetitivo, mecánico y sin sentido.
No obstante, si el docente carece de los conocimientos necesarios para evidenciar los errores –ya que no los identifica- la actividad carecerá de sentido, en tanto que no se producirá un avance en función de las “debilidades” o inadecuaciones en la realización de las tareas. De esta manera, puede observarse en nuestras escuelas, a docentes que tratan de seguir algunos lineamientos del enfoque comunicativo funcional, implementando algunas estrategias didácticas contempladas en los materiales utilizados en los talleres de capacitación: escritura de cuentos, realización de debates, elaboración de murales... sin embargo, se evidencia que el docente carece de la información y preparación necesaria para dar instrucciones o consignas precisas en torno a la actividad a realizar, para asesorar al niño/a durante el proceso de ejecución y, finalmente, para evaluar de manera constructiva los errores del producto final.
Del mismo modo, es alarmante la poca atención que se presta en la escuela a la enseñanza de la lengua oral; quizás por la falsa idea que se tiene de que ésta ya no necesita ser potenciada, en tanto que el niño/a ya la maneja. Sin embargo, se pasa por alto el hecho de que si bien un niño/a es capaz de comunicarse eficientemente con sus compañeros/as, tendrá limitaciones cuando se enfrente a situaciones comunicativas que no le son habituales; por ejemplo: una exposición, un debate, un foro, en los cuales debe argumentar, defender y organizar ideas, establecer secuencias, llegar a conclusiones.
Asimismo, no se ha percibido la urgente necesidad de reflexionar acerca del uso que del lenguaje oral se hace, no sólo en la escuela sino en la sociedad: se habla para agredir, para insultar, para crear barreras; no se enseña a escuchar al otro respetando sus posiciones y creencias. Se llega a una memorización simplista de las normas del buen hablante y del buen oyente, sin darse cuenta de que el lenguaje oral constituye el vínculo para compartir experiencias, informaciones, opiniones, acuerdos y desacuerdos a lo largo de toda la vida.
¿Qué es leer? ¿Cómo leemos? ¿Qué estrategias de lectura aplicamos? ¿Qué es escribir? ¿Para qué escribimos? ¿Cómo escribimos?. Estas interrogantes abarcan parte de los conocimientos básicos de la lengua que un docente debe poseer. Al mismo tiempo, estas competencias tampoco se adquieren en un lapso corto; es el uso, la práctica y reflexión como lectores, escritores y hablantes, lo que permitirá desenvolverse cada vez de manera más eficiente y creativa en el uso de nuestra lengua materna.
Breves estrategias para iniciar el desarrollo de las competencias lingüísticas en los niños/niñas.
Un trazo o una sílaba puede representar para un niño/a una palabra o una idea. Los niños/as, así como aprenden a hablar, aprenden a escribir y leer. Las actividades que propiciemos deben partir de algo conocido e interesante para ellos, de modo que puedan relacionarlo con su vida diaria, es decir que les sea útil.
Cuando los niños/as están aprendiendo a escribir, primero hacen trazos que para los docentes son garabatos sin sentido; pero para ellos tiene un significado conocido: hacen dibujos para expresar ideas y sentimientos, escriben una letra o una sílaba; recordemos que los niños/as desarrollan cuatro etapas en el proceso de la lectoescritura, según las investigadoras Emilia Ferreiro y Ana Teberosky (1979), presilábica, silábica, silábica – alfabética y alfabética.
Por ejemplo:
En la etapa presilábica= El niño conceptualiza que escribir y dibujar es casi lo mismo. Por ello, los niños trazan dibujos o figuras parecidas al objeto que quieren representar. Si desean representar a un pato, dibujan el pato en vez de tratar de escribir la palabra pato.
En la etapa silábica= El niño considera que para escribir se necesita usar letras para representar sonidos. Pero cada letra o cada signo parecido a letra representa una sílaba. Escribe dos trazos parecidos a letras y dirá que en uno de los trazos dice pa y en el otro dice to.
En la etapa silábica-alfabética= Es una etapa de transición hacia el descubrimiento del principio alfabético de la escritura. El niño usa una letra o trazo parecido a letra, para representar una sílaba pero a veces la usa para representar un fonema.
En la etapa alfabética= En esta etapa el niño comprende que cada letra representa a un fonema y accede a uno de los rasgos de la naturaleza de la escritura: el principio alfabético.
Por ello, se debe trabajar con diferentes textos que sean funcionales y significativos, desde periódicos, hasta envolturas de empaques. También es muy provechoso organizar los textos por trimestre, es decir, en el primero, utilizar juegos (los niños/as se sienten felices, se les facilita hablar y escribir sobre ello, deben ser fáciles, cortos y divertidos); en el segundo trimestre, canciones infantiles y en el tercero poemas y refranes.
Algunos ejemplos que se pueden aplicar:
EL ZANATILLO
Zanatillo, zanatillo,
préstame tu relación
para sacarme una espina
que tengo en el corazón.
Esa espina no se saca
porque es espina de amor,
sólo tú, negrito, puedes
sacármela con primor.
...